two.

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Jennie siempre se destacó en el mundo estudiantil. Más allá de su belleza digna de su casta era buena en los deportes, obtenía las mejores calificaciones y tenía la habilidad impresionante de dibujar y pintar llevándose los primeros puestos en los concursos de Arte que impartía su colegio.

Pero apesar de eso ella solo tenía una amiga, no le gustaba las multitudes y evitaba el contacto físico con los demás. Su vida estaba planeada; estudiaría arte en la universidad de Seúl, vendería sus obras en el anonimato y con ese dinero compraría un departamento y tendría un perro.

No sé preocuparía por ningún Alfa ni mucho menos tendría que encontrar a su destinado, ella no lo necesitaba.

Entonces... ¿Que es lo que había cambiado?

Ah, ya lo recuerda. Ella había encontrado a su Alfa destinada de una manera bastante particular.

Jennie regresaba de un día pesado en la escuela cuando se encontró a una niña llorando sola afuera de una tienda convencional. Se acercó a ella para ayudarla, por su cara infantil dedujo que era una Alfa. Cuando estuvo lo suficientemente cerca como para observarla con claridad sintió las feromonas de un Alfa. Su corazón se aceleró en reconocimiento y su Omega interior se removió; trato de localizar al dueño de esta hasta que cayó en cuenta que el aroma era de la niña quien la veía con los ojos rojos inundados de lágrimas. 

No podía ser. No, se negaba a qué su Alfa fuera una niña de 10 años.

¿Que tan enfermo debía ser el destino para emparejarla con una Alfa mucho menor que ella?

Jennie no lo aceptaría nunca.

Después de ese suceso y de haberla ayudado a encontrar a su madre(siempre manteniendo la distancia con la infante) se enteró de la fatídica noticia de que Lalisa- el nombre de la niña- vivía en su mismo edificio así que ahora era su vecina.

La niña siempre la buscaba y andaba atrás de ella. Al principio quiso alejarla, pero no tuvo el corazón de hacerlo. No cuando la niña la veía con esos hermosos ojos negros y le hablaba con esa tierna voz.

Pero como dicen por ahí "cada acción tiene su consecuencia" Jennie no podía permitir que alguien se enterara de eso así que comenzó a tomar supresores diariamente siempre manteniendo a su Omega bajo control. No podía arriesgaser a qué este tomara dominio de su cuerpo y se lanzará sobre Lalisa; jamás se perdonaría hacerle daño.

Jennie protegería a su Alfa incluso de ella misma.

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