Capítulo 6: La fiesta

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El sábado por fin llegó y aunque ahora lo único que hacía era pensar en aquella abogada, Kara creía que sería buena idea conocer a Lena. Como seguía preocupándole la actitud de James, estaba decidida a terminar con estas idas y vueltas después de la fiesta.

—¿Ya estás lista para la noche?—Alex se sentía emocionada por su hermana y también curiosa por la fiesta de hoy.

—No. No sé qué ponerme. ¿Cómo se supone que debo vestirme?—Kara solía ser bastante indecisa cuando de su vestuario se trataba. Estaba haciendo un pequeño desastre en su habitación entre tanta ropa que se probaba. Por lo que Alex intentó calmarla.

—¿No le preguntaste a James de qué trataba el evento?

—Sí, también me dijo que no me preocupe que el ambiente es casual. Aunque para como se viste James y seguro las otras personas, su casual sería ya un formal para mí.

—Pues ve elegante. Si es verdad lo que dices pues estarás combinando con ellos. En caso de que no, pues te harás lucir de buena manera. Nadie debería juzgarte de todas formas.

—No sé. No pretendo estar llamando la atención.

—Imagina que vas a ver a tu abogada en esa fiesta... ¿Cómo te vestirías para ella?

—Si supiera que voy a verla... Me pondría este vestido azul. Es sencillo y a la vez eso lo hace ver elegante.

—Sí, tienes razón. Se te verá muy lindo. Házlo.

—No sé si sea para tanto. No es como que vaya a ver al amor de mi vida o algo así.

—Al amor de tu vida no le va a importar como te veas ni como te vistas, pero tal vez a estas personas sí.

—Ya me convenciste, me voy a cambiar.

—Eso, sé una buena chica. No tienes nada de qué preocuparte.

—Yo sólo sé que no puedo sacarme unos ojos verdes de la cabeza...

—Nunca te había visto tan entusiasmada por alguien. Pensar que tuviste algunos novios y ahora es una mujer por la que suspiras...

—Nunca se ha tratado del género en mi caso, sino de lo que me hagan sentir. Te puedo decir que ella no se le compara a nadie que haya conocido antes. Siempre hay alguien que te atrae físicamente o en caso de que no, se te hace atractiva su forma de ser... Y luego esta ella que lo tiene todo. Debiste escuchar la forma en la que habla, no puedo creer que hasta su voz sea perfecta.

—¿Qué harías si la volvieras a ver?

—No lo sé, creo que me quedaría paralizada. Le eché la culpa al golpe... Pero creo mi torpeza social se debió a lo nerviosa que me sentí con ella. Por momento sentí acelerado mi corazón.

—Espero que si se presenta la oportunidad, esta vez al menos sepas su nombre.

—Sería bueno ponerle nombre a mis sueños...

—¿Soñaste con ella?, ¿Por qué no me habías contado nada, Kara Danvers?

—Hoy soñé que estábamos de nuevo en el supermercado, pero en lugar de chocar con el carrito de compras, me estrellaba contra ella.

—Ay, hermana. Hasta para soñar tienes cero control cuando se trata de ella. ¿Y qué más?

—Estábamos muy cerca la una de la otra mirándonos a los ojos y...

—¿Y? No lo dejes en el mejor momento, es de mala educación no contar el chisme completo.

—Y nada, en eso llegaba James y nos separaba.

Caminos inesperadosWhere stories live. Discover now