Capítulo 31: La familia

2K 134 127
                                    

Kara no sabía por qué había aceptado este viaje y mentiría si una parte de ella no estuviera dispuesta a huir en cualquier momento.

Su acompañante pareció notar que algo no estaba del todo bien, pues tomó una de sus manos y besó sus nudillos.

—Cariño, estás helada. ¿Qué te pasa?

—¿Cómo me convenciste de aceptar esto, amor?—Lena rio al recordar la escena en que le había pedido a Kara que fueran a visitar la casa de sus padres.

—¿En serio no recuerdas cómo te convencí?

—No, eso sí lo recuerdo bien... Aunque es obvio que no estaba pensando con claridad o no me explico porque acepté—Lena siguió riendo.

—Todo estará bien, cariño. No es como que es la primera vez que vas a conocer a mi familia, eso déjamelo a mí cuando yo conozca a tus padres.

—Mis padres son personas tranquilas, Lena, estoy segura que te van a adorar. En cuanto a tu familia, no es lo mismo platicar con ellos durante cinco minutos donde piensan que soy tu amiga, a presentarme como tu... Bueno, ya sabes

—Sí. A presentarte como mi novia... Pues eso es lo que eres, cariño.  En realidad significas más de lo que podría contener la palabra "novia", pero al menos les hace tener una idea clara a los demás de lo que siento por ti.

—No sé cómo lo haces, pero siempre terminas dándome tranquilidad y de paso me haces suspirar. Excelente servicio, cinco estrellas.

—Me gustaría siempre provocarte suspiros y sonrojos, confieso que es una motivación diaria para empezar el día con una sonrisa—Lena no disfrutaba particularmente de viajar en avión, pero esta vez era diferente, se sentía tranquila con Kara a su lado.

Intentar calmar los nervios de su novia, indirectamente había desaparecido los suyos también.
Desde que había visto a Lex hace tres semanas, se propuso coincidir con las agendas de todos y demostrarle a Kara que por muy diferentes que hubieran sido sus caminos en el pasado, eso no tenía que influir en la vida que ahora compartían.

Entendía que Kara tuviera nervios y esperaba que no se intimidara por la ostentosidad y las excentricidades  con las que vivía su familia. El viaje terminó y se dirigieron a la casa de sus padres.

Kara se impresionó ante lo que estaban observando sus ojos, la mansión Luthor sí que deslumbraba en todo sentido. En extensión era muy grande y en estilo era muy particular, todo le parecía interesante. La fachada era de un estilo medieval y hasta observaba algunas estatuas de mármol.

—No sabía que veníamos a un museo.

—Cuando era niña solía ver más a estas estatuas que a mis padres, hasta que tuvieron la grandiosa idea de irnos a ciudad Nacional por una temporada. Ahí me aferré a la familia Olsen y sentí como que mi vida empezó de nuevo. No siento este lugar como mi hogar si te sirve de algo saberlo.

—Sí me tranquiliza, no creo que yo pudiera vivir en un lugar como éste... Aunque hubiera hecho un gran esfuerzo por ti.

—Esfuerzo que afortunadamente no tienes que hacer, tampoco es el estilo de vida que quiero para mí. Tengo que mostrarte un lugar—Salieron del auto tomadas de la mano y Lena la guío hacía un jardín en el que se encontraba una antigua fuente de agua.

—Es un bello jardín, amor.

—Me atrevería a decir que es el único lugar donde sentía algo de paz en esta casa, lo llamé "Jardín de la meditación". Cuando era adolescente y venía a visitar a mis padres, me gustaba sentarme a leer en el pasto.  Había un aire de tranquilidad en compañía del sonido del agua y de los pájaros.

Caminos inesperadosWhere stories live. Discover now