Queridos ex's

10. Gracias al Capitan América.

CHRISTIAN.

Luego de dejar a Jack y Nick en el parque acuático me fui a la casa de mi abuela dentro de nada nos volvíamos a Los Angeles y  aveces la universidad la universidad se encargaba de que no tengas tiempo ni de respirar.

Baje del auto y toque el timbre.

No tardo en aparecer Rita la señora que cuidaba a mi abuela.

—Buenas tardes Rita.

—Buenas tardes joven, pase.

Se hizo a un lado para que pase.

—Ella esta en la sala leyendo.

—Gracias Rita.

Asintió y se fue a la cocina.

Mire toda la casa muchos recuerdos se me vinieron, me gustaba mucho venir aquí era mi lugar favorito, pase toda mi niñez aquí.

Llegue a la sala y mi abuela se encontraba sentada en su sillón favorito, con sus lentes de lectura, leyendo atenta su libro.

—Hola abuela.

Dejo su libro y me miro regalándome una sonrisa.

Se puso de pie y me acerque a darle un abrazo.

—Hola Chris—se separa de mi—No me esperaba que mi ingrato nieto venga a visitarme.

—No se de que hablas abuela, yo soy el que más te visita.

Sonríe y se le hacen más arrugas en los ojos.

—Por eso eres mi favorito—sonrió.—Ven siéntate tenemos mucho de que conversar.

Me senté a su lado.

—¿Como que cosas?

—De la universidad y de donde vas a vivir.

—Estoy viviendo con unos amigos y dentro de poco empiezan las clases.

—Espero y no vayas a hacer cosa malas.

Reí.

—No abuela.

Entrecerro los ojos.

—Eso espero.

Continuamos conversando.

En el pasillo se escuchaba a Rita discutiendo con alguien.

—No te preocupes yo se donde queda.

Miramos en dirección de donde venía la voz.

Al verme me sonrió a lo que yo solo la mire con serio.

Rita apareció atrás de ella como si hubiera estado corriendo.

—Entro antes de que le avisara señora, disculpe.

Mi abuela movio la manos restandole importancia.

—No te preocupes Rita esta bien.

Rita se fue nos sin antes darle una mirada más a mi madre.

—Hola hijo.

—Hola.

—Katy a que se debe tu visita.

—De que hablas mamá yo siempre te visito.

Podía ver de reojo como no dejaba de mirarme.

—Si, cuando quieres algo.

Se sentó en el sillón que estaba enfrente.

—Solo venia a hablar contigo.

—Te escucho.

Saque mi celular del bolsillo delantero.

Entre a WhatsApp a ver si alguien me había hablado.