45. ¿Por qué no lo besas?

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OLIVIA.

Busque mi celular para ver la hora, tenía una hora para terminar de alistarme había quedado en acompañar a James a hacer vaya saber que cosa, no me quiso decir.

—Como cambia la gente cuando de baña—Dylan me sonrió desde el marco de la puerta.

—Gracioso.

—Es broma, te ves muy bien.

Se sentó en la cama, parecía más cansado de lo  normal.

—¿No crees que es un poco exagerado?

Nego con la cabeza.

—Se ve bien, y mucho mejor de donde estoy.

Sonreí al espejo mirando su reflejo.

—¿Gracias?

—¿Y a donde vas?

—Él no me dijo nada al respecto solo que me vista  un poco casual.

—¿Él?

Sonreí pero a Dylan al parecer no le pareció gracioso.

—Si voy a salir con James.

Puso su espalda contra la cama mirando al techo. Deje lo que tenia en las manos y me acoste a su lado.

—¿Que tienes?

—Nada.

Estaba muy serio.

—¿Por qué no sonríes?

—Porque no quiero sonreír.

—Vamos una sonrisa.

—No—negó con la cabeza.

Me levante y coloque mis manos en sus costillas haciéndole cosquillas.

—Una sonrisa pequeña.

—¡Olivia no!—Empezó a retorserce como un gusano.

Ahora era él quien me estaba haciendo cosquillas.

—¡Para!

Ignoro mis súplicas. Ya me estaba quedando sin aire de tanto reír.

—¡Me rindo!

Continuo ignorandome, le parecía divertido verme sufrir.

No sé como pero agarre fuerza y me puse encima de él haciéndole cosquillas como venganza.

—¡Vendetta!

No dejaba de reírse y moverse de un lado para otro.

—¡Me rindo!

Deje de hacerle cosquillas yo si le tuve piedad.
Él tomo mis muñecas con suavidad para asegurarse de que no intentará hacerlo de nuevo y sus risas empezaron a cesar.
Dejo de reír pero aun seguía con la respiración un acelerada. Se quedó mirándome intentando controlar su respiración que cada vez iba haciéndose más normal.

—Te vez hermosa...

Me tome unos segundos para admirar sus ojos café claros casi como miel.
Tenia ojos muy lindos a decir verdad, tenía un precioso color miel y su cabello que en este momento se encontraba despeinado.

¿Porque no lo besas?

Negué con mi cabeza intentando quitar esos pensamientos, él era mi amigo.

—Viste, no costaba nada una sonrisa además te ves guapo cuando sonríes deberías hacerlo seguido.

—Lo voy a tomar en cuenta—Sonrió.

Y luego el silencio nuevamente en la habitación. Parecía que quería decirme algo pero no quería arruinar el momento.

Queridos ex'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora