37. Heladería

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OLIVIA

Pasaron dos semanas de la salida a la playa con los chicos, dos semanas en las que no hago nada más que vivir para los trabajos y exámenes de la universidad.

Mi celular sonó en el mesón al lado de mi portátil. Era un mensaje de Dylan en el grupo que tenemos con los chicos.

—¿Que haces bonita?—Alice me abrazo por los hombros, me soltó y sonrió.

—Tarea y más Tarea—suspire.

—Tomate un descanso—dijo cerrando mi laptop y tomando mi mano.—Vamos a comer.

Tomo las llaves del auto nuevo de Dylan.

—¿Afuera?

—No hemos salido para nada, solo cuando tienes que ir a la universidad.

Tiene un buen punto. Solo me la pasaba en casa o en universidad en mi defensa no tengo mucho tiempo como antes, los chicos están igual o peor que yo.

—Esta bien—me puse de pie.

Subimos al auto y en unos minutos estábamos en una heladería, la heladería favorita de Dylan. No veía muy seguido a Dylan desde lo de la playa, volvía raras veces en la madrugada y cuando lo veía solo nos saludabamos no pasamos tiempo como antes.

—Es la heladería favorita de tu hermano.

Alice dejo de mirar al frente y me miró.

—¿Dylan come helado?

Asentí.

—El me dijo que odiaba el helado.

¿A quien no le gusta el helado?

—De hecho lo adora.

—Que maldito, todas esas veces solo no quería acompañarme a comprar helado.

Sonreí.

Alice estacionó el auto y entramos al lugar.

—A ver que hay—miro el menú.

Busque asientos libres escaneando el lugar con la mirada.

—Uno de oreo y Nutella por favor.

Divina Diabetes.

—¿Olivia?

—Para mi uno de frutos rojos por favor—le sonreí a la chica de caja y pase mi dinero.

—Enseguida, pueden sentarse si gustan.

—Gracias.

Nos giramos a buscar asientos todo estaba completamente lleno, quedan todos asientos al final del pasillo pero convertido con una pareja que no podía ver muy bien sus rostros porque se estaban besándo.

—Ahí—señaló a la pareja que parecían sanguijuelas.

Nos acercamos a la mesa.

Alice se aclaro la garganta, la pareja dejo de besarse y volcaron la cara para mirarnos.

—¿Dylan?

Abrí los ojos en sorpresa al ver a Hannah a su lado con el labial rojo en todos lados menos en sus labios.

—Hermanita—le sonrió y de acerco a abrazarla, la soltó y me miro—.Hola Oliv.

—Hola—le sonreí a Hannah quien parecía incomoda con la situación.

—Ella es Hannah, Hannah ella es Alice, mi hermana— se puso de pie y saludo a Alice con un abrazo.

—Tienes..—señaló su cara—. Labial por todos lados.

Queridos ex'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora