CAPÍTULO 19. Confidencias de última hora

573 56 4
                                    

Star.

Estoy enfadada y frustrada, muy frustrada.

Primero porque Danielle está hundida y no ha habido manera de subirle el ánimo de camino a casa, y segundo porque Jaden se ha metido en un tema que no debía y aunque entienda la preocupación por su hermana, no tenía que haber ido a enfrentar a Sam, y menos sin tener idea de nada.

La noche iba bien, todo estaba en su lugar, y si no llega a ser porque Danielle no ha podido disimular por culpa de su mal de amores, las cosas hubiesen acabado de la mejor manera.

Pero no, la cosa no ha sido así. El Vaquero y su hermana han discutido fuertemente después de que esta le reprochara que no tenía derecho a encarar a Sam, y una cadena de más sucesos desafortunados, han provocado que tome la decisión de quedarme a dormir en casa, para así no lidiar con el ambiente tenso que se mascaba alrededor.

Lo único malo ha sido dejar a mi mejor amiga, pero me ha dicho que no me preocupe porque ella necesitaba estar sola, que ya hoy sería otro día.

Y espero que sea así.

Suspiro y miro el reloj. Son las siete, he llegado hace dos horas, y todavía no he sido capaz de pegar un ojo, ni siquiera cinco minutos, pero supongo que es lo que tiene tener reconciliaciones pendientes con el amor de tu vida.

—¿De veras no vas a venir?

Camino decidida hacia mi casa seguida por Jaden, que se coloca a mi lado bufando —No, no voy a ir, no te lo mereces.

Jadea, sonriendo pero sin una pizca de gracia —¿Que ha tenido que ver todo esto con nosotros?

Niego, sintiendo como los zapatos cada vez me pesan más —Te estaba advirtiendo que parases y no me has hecho ni puñetero caso —freno, volviéndome hacia él —Me he cansado de que no midas tu impulsividad.

Levanta sus manos en el aire, molesto —Perdón por no ser perfecto, señorita perfección, pensaba que defender a mi hermana no me iba a costar tan caro.

—¡Es que no la has defendido, cabezota! —Dios, me desespera —¡Tu hermana sabe solucionar las cosas sola! ¡No siempre tienes que estar tú ahí metido!

—¡Si me da la gana lo estoy, Star! —replica.

Cierro mis ojos, agachando la cabeza e intentando relajarme para no hacer una estupidez o que la lengua se me vaya, porque me veo capaz.

—Me voy a dormir, ya nos veremos.

Me giro pero Jad me frena, tirando de mi muñeca —¿Cómo que ya nos veremos? Hablas como si fuésemos a estar días sin vernos.

Relajémonos y ya hablaremos.

—Star...

Me suelto de su agarre a pesar de esa última mención con súplica y camino de nuevo y decidida hacia mi casa, que está a unos metros, dejando atrás al Vaquero sin tener ganas, pero sabiendo que ahora es lo mejor, aunque duela.

Lamo mis labios con una sensación horrible en el estómago y cambio de posición, con menos sueño aún. Mis padres estarán a punto de levantarse para ir a trabajar, y espero que no pasen por aquí a darme un beso de despedida porque no sé disimular.

Mi móvil suena, sacándome de mis pensamientos, y me giro rápidamente hacia la mesita de noche, para agarrarlo y ver quién es. Le dije a Dan que me avisara cuando estuviese mejor y así hablábamos más tranquilas, y supongo que no podrá dormir, igual que yo.

¿A donde vamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora