Noventa y nueve.

9 3 0
                                    

Le he escrito cartas a amores, a amigos, a estrellas, a la luna...

Hoy me he dado cuenta de que me faltó una carta muy importante, una destinada a mí. A la niña, a la adolescente, a la mujer que seré algún día. Esa persona que cometió errores, que pidió perdón, que sufrió, rió, amó, soñó... Una carta al yo que fui y seré, una en la que recuerde mis tonterías, las que me hicieron ser quien soy. Tal vez nunca la escriba, tal vez no existan palabras que llenen las líneas de forma correcta.

¿Fue mi vida perfecta? No, solo fue una vida, una que a penas comienza, una que tampoco será perfecta mañana.

Y no temo al porvenir, sé que soy tan fuerte como frágil, que puedo romperme una y mil veces, pero que mis pedazos rotos encontrarán la forma de volver a juntarse. Porque sí, soy invencible si me lo propongo.

Soy mi enemigo y mi amigo, mi obstáculo y mi ventaja. Soy yo mi amante apasionado y el cuchillo que atraviesa mi alma. Soy tormenta y calma, mar y arena. Soy destino y pasado o quizá una línea en el tiempo. Amo mi desastre y mi orden, mi infantil y madura mente, amo la persona que corrió sobre los vidrios rotos de mi corazón y combatió con el fuego de mis demonios.

Y tú, ¿te amas?

Todo lo que calla el alma (Libro 1) EDITANDO Where stories live. Discover now