161:

4 1 0
                                    

  No sabía qué escribir, entonces escribí sobre eso. Sobre ese vacío tan acaudalado que absorbía mi alma, dejando mi mente en blanco a la hora de dejar volar la imaginación. Ésta extendía sus alas, pero no existía viento que las impulsara. Me veía en un estado de sosiego tan inmenso... Comencé a atisbar trabas donde no había obstáculo, mis pasatiempos parecían, de pronto, insuficientes, y me enfrascaba en sentirme sola cuando no era el caso. Un parpadeo, una instantánea opacidad, una fracción de segundo que es suficiente para apagar tu espíritu. Así, un breve momento en el que ves pasar la vida como un espectador, buscando algo, algo que nunca sabrás qué es, pero algo que falta y que, quizás, jamás tendrás. Entonces escribí, escribí un texto que muy bien podría significar poco, ya que, en realidad, ni yo misma me entendía. No era tristeza, depresión o ansiedad, era simplemente... nada.

Todo lo que calla el alma (Libro 1) EDITANDO Where stories live. Discover now