𝐭𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐮𝐧𝐨

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Sangre Ackerman.

Estaba detenido, observando cada una de las estructuras sobre la Iglesia que estaba adelante. Por varios momentos, creí que no llegaríamos hasta acá a tiempo, pero confiar plenamente en las capacidades de Hange, me hace entender que por más alocada que sea, también es cuerda. Mi compañera se distanció de mi, parecía querer encontrar la entrada a nuestro destino, pero parecía ser una Iglesia muy común. Me escabullía, observaba todo, inclusive lo más mínimo. Había un gran silencio, parecía que nadie estuviese alrededor, pero eso no implicaba que estábamos solos. Enfrentarnos a esa élite tan perversa, sería un gran reto para estos chicos. Estaban tensos. No lo admitirían, pero sus expresiones brotaban la tensión que sentían. Pedí silencio, llevando mi dedo entre mis labios, murmuraban y eso empezaba a molestarme. Ellos asintieron, este lugar era temerario, y muy solitario. Me distancié, tenía mi equipo de maniobras tridimensionales, estaba preparado igual que ellos para cualquier cosa. Examinaba, todo el lugar, mientras que los chicos vigilaban. Incluso los arbustos parecían sospechosos, pero no había nada ahí, rebusque y pisotee. Me quede detenido, observando esos fragmentos de carreta que habían en la parte trasera. Inclinándome, obtuve en mis manos con detenimiento aquellos equipos de maniobras tridimensionales sueltos. No estaban dañados, pero la estructura me hizo identificar de quien podría ser.

-Estás aquí.-murmure, observando ese equipo, el cual pertenecía sin duda alguna a Adeline.-¿Pero dónde?-me preguntaba, observando todo el lugar, hasta que escuché pasos vagos atrás de mi.-¿Dónde te tienen estos bastardos?-continuaba preguntándome.

-Capitán Levi.-escuché el llamado de Armin, mientras que yo sostenía aquel equipo de maniobras tridimensionales.-Hay mucha sangre seca en el interior de la Iglesia, parece ser que hubo un forcejeo antes de que llegáramos.-comentaba él.

-Este equipo es de Adeline. Ella está aquí, debieron haberla torturado.-le comenté, enseñándole el equipo de maniobras tridimensionales, el cual hizo que quedara sorprendido.-¿Habían sogas alrededor?-pregunte, mirando de reojo como él asentía.-Entonces si.-musité.-La torturaron, donde sea que esté, debe estar mal herida.-le decía, viéndolo impresionada, sabía lo importante que era ella para él.

-¿Por qué la torturarían? ¿Qué quieren saber ellos?-se preguntaba Armin, confundido; él giró su mirada, escuchando pasos, distinguiendo a Grace, quien nos miró detenidamente.-Yo, no creo que haya razón para que la torturen. Son unos... unos enfermos... -comentó desilusionado.

-Es algo que no entenderías, Armin. Nadie lo entendería, solo Levi y yo.-musitó Grace, observando el equipo de Adeline.-Levi, ¿crees que Leandra... -Grace detuvo su pregunta, pues me levante de una manera fría y muy cortante, mi expresión denotaba la inquietud que sentía ante la pregunta que haría.

-No.-afirme antes de que ella pudiera preguntarme.-Leandra no la mataría. Ni siquiera lo intentaría, por más que quisiera. Ella sabe, que solo por tocarle un pelo, le haría pedazos.-musité, pasándole a Armin el equipo de maniobras tridimensionales.-Pero, Adeline es fuerte. Debe habernos dado tiempo. Por eso el forcejeo, ella peleó.-indique.

-Es por eso que me pidió traer aquellas armas, ¿capitán?-se preguntó Armin, y yo, asentí.-Sabía que estarían aquí. No fallo en eso.-comentaba Armin, y yo asentí por eso.

-El enemigo estará preparado para cualquier cosa. No me extrañaría que tengan un haz bajo la manga, pero lo único que no puedo predecir es lo que utilizarán en nuestra contra.-comentaba.-Kenny me conoce, su hija mucho más, van a tener un pie más adelante, pero intentaremos ganar.-musité, viendo como Armin asentía.

-Deben tener precaución con ella. Es muy sigilosa.-musitaba Grace, observando a Armin.-No creo ser competente para pelear contra ella. Nunca lo fui. Incluso aunque ella fuera más pequeña.-decía Grace, avergonzada.

𝐖𝐈𝐍𝐆𝐒 ──𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 Where stories live. Discover now