The jock and the doll

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Segunda parte de the bully and the nerd.
(Jongsang)
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Todos lo veían como un trofeo, como alguien delicado, como una muñeca.
Desde que tiene memoria puede recordar como su familia lo trataba como si fuera una muñeca de cristal.
Una delicada y linda muñeca de cristal.

Fue entonces, a los cinco años que su madre le explicó todo...

—Tus huesitos son más frágiles que los de un niño normal, mi amor, así que tienes que cuidarte muchísimo o podrías romperte.—Esas fueron las palabras que su madre le dijo dulcemente una tarde en donde el pequeño rubio estaba haciendo una rabieta en el parque  porque quería jugar con sus compañeritos al fútbol, sin embargo como bien dijo su madre, Yeosang sufría de osteogenesis imperfecta, una enfermedad genética qué gracias a ella sus huesos eran demasiado frágiles, tanto, que podían fracturarse con mucha facilidad.—Eres como una muñequita de cristal.—Finalizó mamá Kang, a la vez que abrazaba a su pequeño, intentando calmar sus lágrimas y su llanto.
Lo comprendía perfectamente, entendía el sufrir de su hijo y sentía culpa. Odiaba no poder hacer nada para ayudarlo y sobre todo, odiaba ver como su hijo tenía que apartarse de los demás para poder jugar tranquila y solitariamente, pues incluso un inofensivo y accidental balonazo podía llevarlo a un hospital.

Los años pasaron y conforme estos, la sobreprotección hacia Yeosang era bestial, lo suficiente como para que el joven, harto de todo, empezara a revelarse ante su familia.
No lo dejaban salir de casa más que a la escuela y justamente tenía un mayordomo que lo acompañaba en todo momento para que no corriera riesgos, si quería salir a tomar aire tenía que ser en compañía de algún miembro de su familia y ni si quiera podía mencionar la palabra "salida con amigos" porque era un rotundo no.
Yeosang creció sin amigos, pero no era su culpa. Los niños no querían estar con una muñeca que en cualquier momento podía quebrarse. Lo invitaban a jugar casi todos los días y Yeosang quería ir, pero su enfermedad se lo impedía, así que simplemente se sentaba en un rincón o en una mesa apartada de todos, mirando a la cancha en donde todos los jóvenes jugaban fútbol, imaginando y visualizando que era él quien estaba corriendo en la tierra, sin preocupación alguna de romperse, sin miedo a tener una caída.

Yeosang de verdad deseaba ser normal.

En la secundaria fue cuando conoció a su primer, único y mejor amigo Jung Wooyoung. A decir verdad todo había sido una simple casualidad.
Yeosang se había escapado de casa para tomar un respiro de toda su familia,  y a medio callejón, un grito muy escandaloso lo puso alerta.
Cuando se dio la vuelta, rápidamente y con temor dio un brinco a la derecha, viendo como segundos después un tipo en bicicleta se estampaba en una pared no a muchos metros de ahí.
—¿Estás bien?—Preguntó el rubio sintiendo dolor aunque no le hubiera pasado nada. ¡El tipo literalmente se estrelló en la pared!, ¡si eso le hubiera pasado a él ya estaría conectado a una máquina en el hospital o incluso en coma!
El joven de anteojos y cabello azabache simplemente soltó una carcajada, levantándose con unos cuantos raspones en la rodilla y una bicicleta un poco abollada.

—¿¡Viste eso?!, ¡iba demasiado rápido!—Era un tipo muy loco, pensaba Yeosang a la vez que no pudo evitar soltar una risilla.

Fue ese día que poco a poco wooyoung empezó a visitarlo más y a meterse en su vida.
Al principio mamá Kang no quería que se acercara a su hijo, a simple vista parecía ser un chico muy peligroso para la salud física de Yeosang, sin embargo wooyoung demostró ser leal y una buena compañía así que se ganó el cariño de todos y Yeosang al fin se sintió como un joven normal, o al menos así se sentía cuando estaba en compañía de su mejor amigo.

In all realities (ATEEZ one-shots) Where stories live. Discover now