reincarnation

337 21 0
                                    

Cuando dos almas están destinadas a estar juntas, no importa el tiempo ni el lugar, en cada vida, éstas se van a encontrar.
(Seongjoong)
————————

La primera vez que te conocí fue en medio de una guerra.
Yo tenía doce años y tú parecías ser un poco menor.
Tus cabellos estaban llenos de polvo, tus ropas estaban rasgadas y estabas llorando a un lado del cuerpo de tus padres fallecidos, mi corazón se partió en mil pedazos.
Me acerqué a ti y cuando pude ver tus enormes ojos brillantes llenos de lágrimas supe que eras mi alma gemela.
Me dijiste tu nombre, era Seonghwa y yo tomé tu mano, intentando apartarte de aquel lugar para que pudieras estar más seguro.

Caminamos unos tres kilómetros y supe que tenías nueve años, que tus papás habían sido atacados por unos guerrilleros y tú habías sido el único sobreviviente. Te entiendo, mi papá sufrió el mismo destino que el tuyo, así que empaticé enseguida.

De pronto escuchamos ráfagas, la gente mala venía en nuestra dirección y en un intento en vano por buscar un escondite, nos alcanzó una bala.

Sostuve tu mano y lo último que vi fueron tus lindos ojos cerrándose poco a poco, fue entonces que me prometí a mi mismo que te buscaría en nuestra siguiente vida.
Quizá en ella podamos tener un mejor momento para jugar, ¿verdad?







La siguiente vez que te encontré eras un pequeño gatito negro.
Era una noche lluviosa, estabas abandonado en un callejón lamiendo un chicle pegado al suelo.
Supe instantáneamente que eras tú, así que te recogí entre mis brazos y te lleve a casa.
Puedo apostar a que tú también sabías quien era yo, puesto que en todo momento te quedaste recostado en mi pecho.

Te di un hogar y tú me diste tu amor.

En ese momento pude disfrutarte como nunca antes.
Jugamos todos los días, aveces olvidabas hacer del baño en tu arenero, pero eso no quitaba el hecho de que me hacías el joven más feliz.
Cuando volvía de un día ajetreado del trabajo me recibías con un ronroneo y volvías a recostarte sobre mis piernas. Tus patitas eran esponjosas y amabas rascar mis sillones.
Una vez incluso, arañaste la pierna de mi novio San, ¿acaso estabas celoso en ese momento?, ¿o simplemente no te agradaba la idea de que en esta vida te había tocado ser mi mascota?

A pesar de todo fuimos más felices que nunca, sin embargo, fue exactamente en un día lluvioso donde nuevamente te tuviste que marchar antes.

Es tan injusto que la vida gatuna sea más reducida que la humana, pero no te preocupes, mi pequeño Hwa, en nuestra siguiente vida quizá podamos coincidir de otra forma, sólo espera por mí...








En una vida nos convertimos en Idols de un grupo mundialmente famoso.

Tuvimos la hermosa oportunidad de estar dentro del mismo equipo y vaya sorpresa me llevé cuando pude reconocer a San en esta vida también.
Cuando te volví a ver no sabes cuánto sentí en ese momento, tus ojos no habían cambiado absolutamente nada.

En esta vida al fin pude confesar mis sentimientos, pude tomar nuevamente tu mano y sentir su calor, incluso compartimos nuestro primer beso.

Dentro del escenario brillabas, brillábamos juntos y fuera de este, podíamos ser completamente libres, amarnos sin control y quizá tener al fin nuestro felices para siempre.

Nuestros amigos sabían de lo nuestro y nos apoyaban, eran nuestra familia, eran como nuestros hijos.

Sin embargo no todo mundo era como nuestra familia y tristemente nos tocó vivir entre una sociedad muy cerrada, la cual al enterarse de lo nuestro, no dudó en atacar sin tomar en cuenta que éramos humanos.

In all realities (ATEEZ one-shots) Where stories live. Discover now