-Dieciocho-

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Despues de desayunar, Derek se despidió  de Stiles dándole un beso.
-Cuidadito-
-Estare bien, lobito-
Agarrando su cazadora, y acariciando el vientre del joven, se reunió con su tío, Isaac y Liam dejando con las chicas a Stiles.

-¿Qué tal anoche?- preguntó Lydia extendiendo la esterilla y carita de pilla -¿Le gustó a Derek la postura que te enseñamos?-
Stiles la miró de reojo.
-No te interesa-
-¡Ooo vamos!-
-Lyds, yo no te pregunto sobre tu vida íntima con Jordan-
-¿En serio, el yoga es…relajante para los lobos?- cambió de tema el castaño.
-Preguntale a Malia- señaló Lydia tomando posición -Ella es, además de ti, la que tendrá otros dos-
La castaña rodó los ojos.
-Jojojojoo, estoy impaciente por ver a Scott cuando Peter lo sepa- se burló Stiles.
El Alfa Verdadero y la coyote también serían padres…
¡Y casi por las mismas fechas que él y Derek!
Pero ambos lo llevaban en secreto ante Peter y cubrían su olor con pulseras.
Obviamente, solo lo sabían los más allegados, a saber:
Lydia, Derek ,Stiles, Alan y la parejita por excelencia Jackson e Isaac.
Ni Liam ni Melissa.
Liam porque sabían que en cualquier momento de debilidad con Peter se lo podía decir.
Y Melissa porque querían contárselo juntos.
¡Y por supuesto, tampoco lo sabía Peter!
Scott temía cómo podría tomárselo el lobo cuando supiera que sería abuelo.

-¿Dónde está mi chiquitín?- preguntó Peter dándose cuenta que Liam no estaba con ellos.
-Déjalo respirar un poco- reprochó Derek enfrascado con una ventana.
-A ver si tú también te aplicas eso- rezongó el Hale mayor.
Su sobrino paró de su tarea y le miró de manera fulminante.
-Yo voy a ser padre y mis cachorros me reclaman-
-Bueno, pues yo reclamo a mi cachorrito- se burló Peter.
Isaac y Jackson miraron a su Alfa mientras que Derek observó a su tío perderse dentro de la casa.
-Grphfmmm, que le den- escupió y prosiguió con su trabajo.
Peter, bastante acalorado (ese día hacía mucha calor) se vio obligado a despojarse de su henley.
No era muy común en él eso de perder la ropa con tanta frecuencia o normalidad como le sucedía a su sobrino pero hoy...
No sabía porqué le pasaba.
-¿Liam?- llamó a su joven novio.
Todavía no entendía cómo un chico de apenas veinte años pudiera estar con él, un viejo de casi cuarenta (tenía treinta y siete años).
-¿Chiquitín, dónde estás?-
Oyó una cisterna y rápidamente se dirigió hacia la puerta del baño.
Liam salió, limpiándose la boca.
-¿Chiquitín?-
El rubio se tensó al ver al mayor allí delante suya y únicamente con pantalones.
-Liam, cachorrito, hueles...raro- repuso Peter.
Liam se coloreó al mismo tiempo que bajó la mirada.
Peter sonrió.
-Vaya, vaya, vaya, mi... chiquitín está... cachondo- rezongó aproximándose a él.
De repente, uno de sus brazos rodeó por la cadera al chico...
Y se lo golpeó contra sí.
Liam no pudo evitarlo y dio un jadeo.
-¡Peter!-
-Ssh, ssh- calló el castaño oscuro -Callate chiquitín-
La mano del Hale mayor que le cercaba por las caderas bajó hacia su trasero, abarcando una de sus nalgas para empezar a masajearla.
-Pe...Peterrr, ooh Dios- exhaló el chico.
El mayor se abalanzó sobre el hueco entre el cuello y hombro del joven...
Y comenzó a mordisquearle.
-Pe...Peter, no... a-aqui no...no me...no me calientes más de...lo que ya...¡Ooh Señor!-
-Mmm, si es que hoy hueles...diferente- gruñó el lobo preso de deseo.
-Peter, Peter por favor, me...me estás...me estás haciendo...¡¡A la mierda!!-
Liam fue quien estampó contra la pared a Peter y le besó vorazmente.
El lobo, decidido a dejar en claro quién mandaba, giró con él...
Y lo empotró contra la pared.
Sus bocas se devoraban enloquecidas y hambrientas.
Dándole igual donde estaban, Peter se apresuró en despojar al chico de su camiseta al mismo tiempo que, Liam, desabrochaba, impaciente, los pantalones del mayor.
En menos que canta un gallo, ambos se quedaron únicamente en calzoncillos.
-Esto molesta- gruñó Peter empujando el bóxer ajustado del joven.
-¡Dios mío, nos...nos van a oler y...y...-
Peter hundió la lengua en la boca de Liam consiguiendo que éste perdiera la capacidad de razonar.
Aferrándose al cabello del mayor, Liam golpeaba con su entrepierna la de Peter.
De repente, se vio de cara a la pared, con el trasero al desnudo y unos traviesos dedos usurpando su interior.
Liam empezó a jadear.
-Pe...Peter, oooh Peter, mmmm, más, más, Peter, por favor Peter, aaamm, no...no quiero tus dedos-
El lobo retiró sus dígitos del interior del chico.
Ansioso (no sabía bien porqué) se descubrió su erección, escupió en su mano y extendió la saliva por toda la extensión de su falo.
Lo acercó a la entrada del cuerpo del rubio y presionó con la cima de su pene ésta.
Liam lanzó un gemido.
Y, entonces...
-¡Peterrrrr, ooh jodeerrr!-
Peter lo embistió de un solo golpe e inmediatamente comenzó a empotrarlo.
Los dos jadeaban, resoplaban y gruñían.
Peter llevó una mano al cabello del chico, lo agarró de un puñado y...
Apretó las embestidas.
Liam expuso aún más su trasero, gimiendo de placer y suplicando por más.
Con sus manos, se apoyaba en la pared recibiendo, una tras otra, las potentes y feroces estocadas del lobo.
-Sí, sí, sí, aaah, aaah, fu...fuerte, más fu...fuerte Peter, aaah, oooh, dame fuerte, sí, sí, sí-
Lanzando gruñido tras gruñido, Peter observaba cómo entraba y salía del culo del rubito hasta que...
-Mi...mierda, chi... chiquitín, me...me voy a...correr-
Liam dio un placentero gemido, sinónimo de que él también estaba al límite.
-Liam, por Dios, no puedo retenerlo- escupió Peter.
El rubio no podía hablar.
Estaba sufriendo el mejor orgasmo de su vida.
-¿No...no contestas? Pues elijo yo-   apoyando la otra mano cerca de la cara del joven, arrimó su boca a uno de sus oídos y exhaló -Voy a correrme...dentro de ti-
Tal cosa pareció encender al chico quien meció su trasero con más rapidez.

Derek, Isaac y Jackson dejaron caer cada cuál, las herramientass con las que trabajaban al oír dos fuertes rugidos procedentes del interior de la casa además de oler el aroma del sexo.
Derek, apretando el rostro y con el martillo en la mano, empezó a cerrar más y más los dedos en torno a éste hasta que...
Lo partió en dos.
-Voy a asesinar a Peter- masculló.
Estaba muy, pero que muy enojado.

EL REGALO DEL AMORWhere stories live. Discover now