Capítulo 8

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Charlie llega al aeropuerto de San Francisco el viernes por la noche y Louis va a recogerla en su carro. Se abrazan en cuanto se ven y su hermana lo elogia diciéndole que luce radiante.

Louis conduce al centro de la ciudad para buscar un lugar donde comprar comida para llevar y cenar en su casa. Optan por un restaurante thai en Nob Hill y mientras esperan sus órdenes Charlie le cuenta sobre su trabajo en Los Ángeles, donde ejerce en un prestigioso salón de belleza como maquillista y estilista de cabello.

De camino a casa y mientras cenan en la sala con Perseo emocionado de ver a la rubia, le cuenta sobre la oportunidad que tuvo recientemente de trabajar con una nueva actriz de Hulu que parece tener una carrera prometedora por delante. Al parecer la joven quedó tan encantada con su trabajo que le pidió su contacto para contratarla en futuros proyectos.

Se alegra por su hermana porque sabe lo mucho que eso significa para ella. Si bien es feliz trabajando en el salón con sus compañeros, su mayor sueño en la vida es abrir su propio estudio de belleza, para lo que no solamente necesita dinero que lleva ahorrando por años, sino también clientes que la respalden y prestigio bajo su nombre. Poco a poco lo conseguiría todo, Louis está seguro.

Como ya es tarde cuando terminan de cenar y ambos están cansados por sus respectivos días, deciden posponer su noche de películas para mañana y cada uno se baña antes de irse a dormir.

Quizás no es un plan emocionante, pero necesitan recobrar energía para el fin de semana que tienen por delante, y después de todo, para Louis el simple hecho de saber que su hermanita está con él es más que suficiente para sentirse más feliz de lo que se ha sentido en las últimas semanas.

(*)

Al día siguiente van de compras porque Charlie insiste, reiteradamente, que el cuerpo de Louis está cambiando poco a poco con su tratamiento hormonal y que es cuestión de semanas para que luzca más omega que nunca.

Es un poco raro para él escuchar eso, no puede negarlo. Durante su adolescencia y juventud temprana nunca tuvo problema alguno con su apariencia física, no era algo que le acomplejase en lo absoluto, no obstante, ahora no puede evitar pensar en eso a profundidad.

Charlie tiene razón, su cuerpo está cambiando.

Lo puede notar cuando la rubia le enseña unas fotos que se tomaron meses atrás, en febrero, en el cumpleaños de Harry. Louis entonces se percata de la diferencia de distribución corporal y no puede creer que no haya reparado en ello desde antes de su celo.

Antes era más delgado, sin atributos físicos particulares de una casta, era exactamente como un beta se supone debe de verse. No tenía espalda ancha como un alfa ni piernas gruesas como un omega, pero ya no luce así.

Louis se da cuenta de que ha ganado peso en los últimos meses, ahora más rápido con la terapia hormonal, y aunque el doctor Lee se lo mencionó y le aseguró que era completamente normal, e incluso beneficioso, no puede evitar sentirse autoconsciente.

Sus piernas y caderas han crecido, pues tanto en omegas hembras como varones es donde la grasa corporal tiende a acumularse, y sus pantalones lo están resintiendo ya que comienzan a apretarle en los muslos.

"Tienes que buscar algo con lo que te sientas cómodo, eso es lo más importante. Si no sabes cómo armar algún conjunto dime para ayudarte, después de todo yo soy la profesional aquí," le dice emocionada, guiñándole un ojo.

Louis bufa pero accede a entrar a algunas tiendas de ropa. La primera es una mixta, donde venden prendas para alfas, betas y omegas, y Louis primero fisgonea en la sección de betas, antes de que Charlie lo arrastre a la sección de omegas y lo obligue a probarse un outfit que ella arma para él.

Hipopituitarismo - LarryWhere stories live. Discover now