Capítulo 25

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ADVERTENCIA: contenido sexual explícito.

El celo de Harry llega el 17 de febrero apenas empieza a amanecer.

Louis se despierta en su cama con el peso del alfa encima de su cuerpo, olfateando su cuello con su nariz tal cual perro de caza buscando a su presa.

En medio de las penumbras de la habitación, Louis apenas consigue estirarse lo suficiente para prender la lámpara de la mesita de noche junto a la cama, antes de que Harry gruña contra su piel y suelte bajos y profundos "Te necesito nene, por favor, déjame tenerte, te necesito tanto," con su cuerpo fibroso ardiendo por la necesidad del celo.

Louis susurra palabras reconfortantes para el alfa mientras éste, guiado por sus instintos, lo penetra a tientas sin separarse de la curvatura de su cuello.

Es una faceta de Harry que Louis nunca ha vivido junto a él de esta manera; siendo él su pareja, el omega que le ayuda a menguar su dolor y su necesidad de aparearse.

En un par de ocasiones lo había visto en ese estado, sí, y también lo había escuchado; años atrás cuando vivían juntos durante la universidad, pero en ese entonces no era Louis quien lo ayudaba, pues él todavía era beta y el alfa no necesitaba a un beta, sino a un omega.

Ahora, Louis entiende perfectamente ese instinto animal de su omega; la necesidad de complacer más allá del bienestar propio, esa necesidad de darlo todo por su pareja.

El primer nudo tarda sorprendentes 35 minutos en bajar, y mientras lo hace, Louis dormita entre el limbo y la realidad de su entorno; siendo apenas las 6:15 cuando la primera ronda termina. En ningún momento Harry se aleja de su cuello, sino hasta que sale de él con cuidado y, con un poco de lucidez, busca el rostro del omega para besarlo y asegurarse de que está bien.

Luego, se despierta con besos siendo repartidos por su espalda y su nuca, con una mano sujetando los cabellos de su coronilla y otra en su cintura, antes de ser tomado por atrás en la posición favorita de Harry.

Después de eso ya no vuelve a dormir, se gira y pega su mejilla contra el pecho del alfa, dejándose abrazar mientras le dice con voz suave, "eres el mejor alfa, me haces sentir tan bien, tan seguro, tan tuyo" sabiendo lo mucho que las palabras de afirmación ayudan durante el celo; investigó en varias fuentes antes de que el momento llegara, para sentirse más confiado y saber qué debería de hacer durante la situación.

Cuando el reloj marca las 11:00, Louis ya ha sido anudado 4 veces.

Con dificultad, consigue zafarse de los brazos del alfa, insistiendo en que necesita hacer pipí y tomar agua; apenas así Harry lo deja ir, entendiendo las necesidades del omega a pesar del empañamiento que le causa el celo a sus sentidos.

Se viste con su ropa interior y una camisa del alfa que le llega a mitad de los muslos antes de salir de la habitación. Apenas pisa pie afuera, respira el aire insípido que inunda el resto de su casa, pues todo adentro de su cuarto huele a las feromonas de ambos en una mezcla exquisita de celo, sexo, instinto y amor.

Va al baño y luego alimenta a un inquieto y molesto Perseo, que se encuentra acostado junto a su plato de comida vacío. Louis lo llena con croquetas como para que le duren el resto del día y la noche, además de servirle una lata de atún como recompensa por su espera.

La cosa es que, ni Louis ni Harry pensaron que el celo llegaría tan temprano. Louis tenía planeado despertarse, hacer de desayunar y preparar algunas provisiones para llevarlas a la habitación, para así no tener que salir de la cama en todo el día. No obstante, sus planes siguieron otro rumbo.

Para la próxima tendré todo listo desde un día antes, piensa para sí mismo mientras está en la cocina preparando unos rapidísimos y sencillos sándwiches de jamón con queso y otros de mermelada con crema de cacahuate.

Hipopituitarismo - LarryWhere stories live. Discover now