Capítulo 9

10.3K 1.4K 345
                                    

Su cita con la psicóloga va bien. No es como que milagrosamente todo haya vuelto a ser como antes, pues sabe que es imposible recuperar aquella "normalidad" que solía tener antes de presentar su celo.

Aun así, la primera sesión lo ayuda a abrirse un poco y a reconocer algunas emociones que ni siquiera él se había dado cuenta de que estaba reteniendo.

En su defensa, simplemente no puede percatarse de dichas emociones, porque éstas provienen de su lobo y Louis no está conectado a su omega. No estamos hablando de esas situaciones cuando una persona se enferma mentalmente o sufre un evento traumático y pierde la conexión, sino que simplemente Louis nunca ha tenido la conexión con su omega.

Así que "claro que es normal que no sepas comunicarte con tu lobo, tu enfermedad te lo impide y no debes de agobiarte por eso, debes de permitir que los medicamentos y el tiempo ayuden a que establezcas esta conexión contigo mismo," le asegura su psicóloga; una omega cuarentona que exteriormente luce como la persona más estable y realizada que Louis alguna vez ha conocido; con su traje pulcro, cabello dorado y largo amarrado en una media cola y maquillaje elegantemente sutil.

Pero entonces, Louis no sabe qué hacer mientras tanto, ¿cómo se supone que se conocerá mejor a sí mismo si no conoce a su omega? ¿Cuándo debe de hacerle caso si las únicas veces que ha conseguido sentirlo es cuando está en situaciones de estrés e inseguridad?

"Debes de permitir que tu cuerpo se adapte a tu lobo y viceversa, para lo cual es necesario que seas paciente y dejes que el tiempo y tus hormonas se encarguen. Cuando menos lo esperes, estarás tan familiarizado con tu omega que ya no se sentirán como dos entidades diferentes, sino como una sola. Ahora dime, Louis, ¿cuáles son estás situaciones de estrés e inseguridad a las que te refieres?"

"Bueno, cuando tuve mi celo, por supuesto. Fue la primera vez que sentí a mi omega y estaba... Adolorido. Sufrió... Sufrimos mucho. También cuando, um, mis pacientes se enojan y empiezan a gritar, mi omega se siente herido y regañado, supongo... Lo cual no sucedía antes."

"Bueno, Louis, ahora que eres omega, debes de entender que es completamente natural que reaccionemos de esta manera frente a estos tratos, especialmente si provienen de alfas o betas. Es instinto, sí, pero no por eso siempre vamos a encogernos y a meter el rabo entre las patas cuando suceda. La reacción de tu omega dependerá de muchos factores, por ejemplo, de tu personalidad y tu autoestima, principalmente. Es decir, qué tan sumiso u osado eres, qué tan empático o antipático eres. A veces es difícil no reaccionar como nuestra naturaleza lo manda, pero no es algo que no se pueda solucionar. Tú mejor que nadie sabes cómo eres, cuáles son tus debilidades y fortalezas, y debes de enseñarle a tu lobo a reaccionar como tu faceta humana lo haría, debes de asegurarle que no hay nada por qué temer o preocuparse, y entonces te hará caso."

Louis asiente escuchando atentamente cada palabra. "Bien, de acuerdo. Creo que puedo trabajar en eso."

"Bien. Ahora, respecto a tu celo, me has dicho que sufriste mucho, supongo que no tuviste ayuda ¿cierto?"

"Correcto, no tuve ayuda."

"¿Y desde entonces no has tenido sexo con nadie?"

"No..."

"De acuerdo, Louis. Si bien la experiencia pudo haberte resultado negativa, podemos verle también el lado positivo. Conectaste con tu omega, lo sentiste, aunque haya sido una sensación desagradable. Si hay algo que debes de saber, Louis, es que el celo es mucho más que sexo. Es una experiencia espiritual contigo mismo, con tu omega y con la persona a la que te entregas, es por eso que puede ser demasiado bueno o demasiado malo. Aunque con el sexo ordinario no se tiene este nivel de conexión, te recomendaría ampliamente que lo intentes antes de tu próximo celo, ayudaría demasiado a que tu omega se conecte contigo. Si bien hasta ahora solamente lo has escuchado en situaciones de estrés, también es muy probable que logres oírlo en situaciones placenteras o de felicidad extrema. Además, de esta manera estarás más preparado para tu próximo celo, sabrás qué es lo que le gusta a tu omega y qué no, con qué se siente cómodo e incómodo, y así podrás comunicárselo a tu compañero. Desde mi perspectiva profesional, no te recomendaría pasar otro celo sin ayuda, Louis, puedes dañar demasiado a tu omega emocionalmente, considerando que está en una etapa muy delicada de maduración. Te vendría bien la ayuda de un alfa."

Louis suelta una risa corta, pero no le causa humor. "Sí. Ya me lo dijo mi doctor, y mi mejor amiga, y mi hermana."

"¿Y has considerado seriamente el consejo?"

"Si le soy honesto, en lo último que he pensado en estos días es en sexo."

"Bueno, ¿y entonces en qué has pensado últimamente?"

Harry. Es lo primero que se le viene a la mente. Harry, maldito alfa imprudente, amable y generoso. "Quizás... además de mi enfermedad y todo eso de lo que ya hablamos, en mi mejor amigo."

"¿Qué pasa con él?"

"Se llama Harry, es un alfa y estuvo conmigo cuando tuve mi celo, pero no tuvimos sexo."

"Okay, ¿puedes explicarme que sucedió entonces?"

Y Louis le cuenta lo que pasó aquel día, o al menos lo que recuerda, y cómo se ha comportado con él desde aquel evento.

"Dime, Louis, ¿por qué es que ahora sientes que algo ha cambiado entre los dos?"

"Porque su opinión... Quiero decir, estoy seguro de que la imagen que él tenía de mi en su mente ahora es diferente. Eso ha cambiado. Ya no me ve de la misma manera como lo hizo durante todos esos años antes de que esto me pasara."

"¿Y eso es malo?"

Louis guarda silencio un momento, pensando. "No lo sé, ¿no debería decírmelo usted?"

La psicóloga, Helene Horlyck, le sonríe. "No, porque yo tampoco lo sé. Ni tú ni yo sabemos qué es lo que piensa Harry sobre ti ahora, ni siquiera sabemos si su idea sobre ti ha cambiado en lo absoluto."

"Pero estoy seguro... Lo sé. Me mira de una manera diferente. Claro que ha cambiado."

"¿Y no sería mejor que se lo preguntes directamente para salir de duda?"

"Supongo que lo es, pero tengo... un poco de miedo."

"¿Miedo de qué?"

De que ya no sea mi amigo, que ya no volvamos a hablar, de perderlo para siempre.

"De que me vea como algo menos que su mejor amigo. Lo que siempre he sido para él."

"¿Y qué tal si ahora te ve como algo más?"

"¿Algo más cómo qué?"

"Bueno, eso tendrás que preguntárselo a él, no a mí."

"Claro. Entonces me está diciendo que tengo que hablar con él sobre esto."

"Será lo mejor, Louis."

Y concuerda, derrotado. La hora de enfrentar a Harry está cerca, ya no puede seguir escapando de ese argumento, ni seguir creando en su mente cientos de escenarios terribles y negativos sobre su mejor amigo mientras tanto. 


Hipopituitarismo - LarryWhere stories live. Discover now