1 💠

122 8 0
                                    

Luego de esa horrible junta en Alemania optamos por regresar a la casa de Chile.

Antes de abordar el avión recibí una llamada urgente de Japón para ir a su territorio y firmar un tratado por el cambio de género, cosa a la que me negué escudandome con estar mal del estómago, Chile me necesita ahora más que nunca.

Desde que llegamos mi amigo se fue a encerrar a su cuarto, conozco el dolor por el que está pasando, porque mi calvario aún no termina.

Pensé que el alemán reconocería a ese bebé cómo suyo, claro, solo me hago falsas ilusiones al respecto.

–Suelo imaginarme muchas estupideces... -tosí y manché mi mano con sangre- carajo, odio a los irresponsables

Después de limpiarme fui hasta la habitación de Chile, no recibí respuesta alguna de su parte, así que me ví obligado a abrir sin su permiso.

Ahí estaba, un country tirado sobre su cama y con los ojos hinchados de tanto llorar. Al parecer se había quedado dormido, y esa es buena señal, o por lo menos a mí me lo parece, porque podrá descansar un poco después de tanta mierda.

Las horas se pasaron volando, desconozco cuanto tiempo fue el que dormí, pero eso no me impidió levantarme temprano y preparar un buen desayuno.

Al poco rato bajó Chile y sin hacer pregunta alguna comenzó a comer, cuando estuve a punto de terminar mi plato me atreví a decir algo.

–¿Cuándo te quieres casar?

–¿Qué chucha te fumaste Mex?

–Nada, pero ese bebé necesita a alguien más de manera legal, sino ONU va a estar jode y jode

–Weon... Yo no sé, claro que quiero tener al bebé, y ese pequeño detalle que mencionas me ha estado atormentando desde ayer...

–Pues ya no te va a dar problemas, yo voy a reconocerlo como mi hijo

El semblante del chileno cambió drásticamente, de lo apagado y pálido pasó a iluminarse junto a un pequeño aire de confusión.

Agarré una bolsa de totis que estaba a la mano y me acerqué a él con una sonrisa para comenzar a sostener su mano izquierda.

–¿Aceptarías casarte con este pobre estúpido?

–Me vas a hacer llorar -contiene sus lágrimas- de verdad no tienes que hacerlo, tu puedes buscar a alguien más, no te ates a mi por ésto

–No lo veo como una atadura, quiero cuidar de ti y del bebé, lo que menos deseo es que sufras lo mismo que yo... Quiero que ese bebé tenga un hogar feliz

–México, gracias...

Luego de sus palabras puse un arito de las fritura en su dedo anular.

A la siguiente semana fuimos ante ONU para formalizar nuestra unión. El evento fue una sorpresa para muchos, así que los comentarios no se hicieron esperar, pero eso no evito que la boda fuese uno de los pocos días cálidos que he tenido desde aquel juicio.

Después de una larga sesión de papeleo, OMS comenzó a darle seguimiento al embarazo de Chile.

Estaba ansioso y aterrado con la fecha estimada para el nacimiento de mi hijo, pues, si el bebé llega a parecerse al... Al verdadero padre va a ser muy difícil ir contra las leyes.

La organización que cuidaba de la salud de Chile se dió cuenta que ese pequeño ser no era mío, pero accedió a guardar el secreto como una manera de saldar deudas conmigo... Se siente responsable de no haber hecho algo para ayudarme a mi y a mi bebé.

Terminamos mudandonos a mi territorio y no pasó ni un mes completo para que el gringo me citara a una junta de negocios, pues según las especificaciones del mensaje no pudo hablar conmigo en la tan aclamada fiesta de Japón.

Respecto al tiempo que hemos estado juntos me ha sido fácil esconder los síntomas de mi enfermedad, a lo que en realidad le tengo miedo es que llegue a tener alguna alucinación mientras Chile está presente, podría matarlo...

Ya tenía todo listo para viajar a territorio estadounidense, pero antes de salir el chileno apareció y se veía algo, ¿molesto? Imagino que fue por haber omitido el viaje e intentar ir solo.

Al final los dos ya estábamos montados en el avión, había previsto que podría pasar algo como esto, así que ya tenía lista una maleta con algunas cosas de Chile. El viaje fue tranquilo al igual que nuestro traslado al edificio donde había sido citado.

–¿Listo?

–Por supuesto weon -me dice con una sonrisa

Sin decir algo más abrimos la puerta y nos encontramos con una fiesta en el interior, realmente fue extraño ver a los countrys en una reunión que se suponía era privada.

En cuanto pusimos un pie en el interior además de murmullos hubo varios aplausos, nos lanzamos una mirada nerviosa e intentamos huir del lugar, algo que fue imposible, pues USA nos cerró el paso.

–Hello~ démosle la bienvenida a mi taquito y a la lagartija -dice a modo de burla con un micrófono en mano- como ustedes no organizaron una fiesta para su boda aquí nos encontramos, festejando por ustedes

–Pinche gringo

–¿Qué dijiste México? -se acercó a mi para pegar el micrófono a mi boca- Come on, don't be shy

–Dije... Que pinche sorpresa nos diste gringo, gracias, ¿verdad cariño?

–Si... Es muy... Muy lindo de tu parte USA

–Don't Say that please, como la mejor ex pareja del taquito que mejor regalo que esté, celebrar que por fin va a sentar cabeza, no con alguien tan grandioso como yo, pero bueno, es lo que hay

–Oh, ¿quieres que hablemos de ese tiempo? Porque sabes que puedo pasarme hablando por horas de tu encanto más notorio, la estupidez

Hubo un pequeño silencio y para bajar la tensión el americano alentó a los invitados a qué se rieran de mi comentario, como si todo esto fuese parte de un show...

Intentamos adaptarnos lo mejor que podíamos a la fiesta, es claro lo que el gringo busca con esto, el olfato que tiene para detectar mentiras es aterradoramente bueno, no podemos ceder y demostrar que nos casamos para justificar algo.

A la hora de la cena intentó otra jugarreta, los olores usados en la comida eran demasiado fuertes, algo que no es característico de la comida del gringo. Chile comenzó a sentirse mal y salió corriendo a los baños.

–Dios mío, ¿Qué tendra?

–Podría apostar a qué está en cinta

–Es cierto México, han estado acudiendo mucho con OMS, acá entre nos, ¿hay algo que no nos hayan contado?

–¿Qué? No puedo hablar, Chile me necesita

Cómo pude me safé de ese interrogatorio y logré llegar a los baños, ahí encontré a Chile limpiando su rostro.

–Esto es un desastre, perdón por haber insistido en venir

–No digas eso, el gringo siempre es así de castroso -hago una pausa- de ahí sacas unos buenos tacos de lengua, es bien hablador

Soltó una risa sutil y me abrazó. Cuando ya estaba más tranquilo salimos tomados de la mano.

–Creo que deberíamos retirarnos, USA agradezco que tú corazón realmente se este volviendo amigable

–Me sonrojas México, no deberías decir esas cosas frente a tu esposo

–No es un coqueteo, es simple etiqueta -sonreí de manera forzada- gracias por todo

Los países europeos ni siquiera se inmutaron al ver que íbamos de salida, al contrario, pareciera que celebraban con más euforia.

Pensé que la reunión era todo lo que el güero tenía que decir, pues estaba muy equivocado. Antes de que tomaramos un taxi me jaló con él a quien sabe dónde.

Intenté zafarme, pero fue imposible, me sentía completamente débil y mareado.
____________________________
Mi twiter:

@BlueMoltoFunny

Una segunda oportunidadWhere stories live. Discover now