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Agarré a Barbara por la cintura cuando todo el mundo se calló.

Nos miramos a los ojos, dijimos nuestras frases y nos besamos profundamente frente a las cámaras, ella no quería besarme y lo entendía pero este podría ser el último beso que le diese y pensaba disfrutarlo.

Pegue su cuerpo aún más contra el mío, notaba la fricción que teníamos, ella se quería apartar pero no podía, sabía que nos volvería a tocar repetir la escena y eso sería peor para ella.

-Corten- gritó el director.

Barbara se separó de mí sin pensárselo dos veces, intenté disculparme con la mirada pero ella no quería ni mirarme.

El director se acercó a nosotras, llevaba una gorra con su nombre.

-Chicas, deberíais ser más pasionales, os estáis despidiendo antes de que una de vosotras suba a ese avión y no sepa si volverá a ver a la otra.

Asentimos.

-Barbara se más pasional ¿entiendes?- le guiñó el ojo el director.

Nos volvieron a colocarnos en el mismo sitio, Barbara estaba frente a mi, la tenía lo suficientemente cerca como para susurrarle y que nadie se enterase.

-Yo sé que lo último que quieres hacer ahora es besarme, pero hagámoslo bien una última vez y no te molestaré más- asentí.

Ella asentía, no muy convencida pero sabía que no podíamos volver a repetir la escena.

Volvimos a repetir nuestro diálogo y otra vez la acerqué a mi, ella se juntó demasiado, sólo nos separaba la ropa, puso sus manos en mi cuello y clavaba las uñas fuertemente mientras me besaba.

El beso tuvo mucho más ganas que la anterior toma.

-Corten- volvió a gritar el director.

Otra vez nos volvimos a separar, el director parecía más contento.

Ambas lo miramos.

-Siguiente escena, que no tenemos todo el día- gritó desde su megáfono.

Salí del plano de grabación y me fui a por un café, entre el estudio y las grabaciones apenas tenía tiempo para poder descansar.

La canción que tenía que cantar era horrible, pero se ve que a la gente la compraría de todos modos, según las encuestas, el 71% de la población femenina entre los 13-21 años compraría mi canción cuando fuese subida, la canción necesitaba unos pequeños arreglos y saldría en unas cuantas semanas, no quieren acaparar el estreno de famous in love.

Me terminé mi taza de café, agarré un donut y lo devoré, mi manager no podría enterarse de esto.

Necesitaba saber si me quedaba alguna escena por grabar o podría irme a mi casa a dormir lo que no dormí la noche anterior.

-Estás muy cansada ¿no?- apareció Camila tocándome la espalda.

-Sólo un poquito- bromeé.

-Me contaron que anoche te vieron en el club- agarró un plátano.

-¿Estabas en el club?- la miré.

-Sí, pero no me acerqué, te vi con una supermodelo- puso los ojos en blanco.

-La verdad, no sé ni cómo se llama, no quería estar en casa así que fui, a la próxima dime y te venías conmigo.

Camila me dio un beso en la mejilla a modo de aprobación.

-Voy a hacer una fiesta, en un club y me gustaría que vinieses- me miró.

-No sé cuándo será pero seguramente me apunte.

-Genial, van todos, será el viernes.

-Si no tengo estudio iré.

-Es verdad que ahora cantas ¿cuándo podré escuchar tu canción?

-Pues después de esto iba al estudio, si quieres venir.

-Genial, recojo mis cosas y vamos.

Asentí, mientras veía como Camila iba corriendo por todo el set hacia su camerino.

Debería comportarme con ella y tratarla bien, ella no se merece ninguna tontería de las mías.

Comprobé que no tenía ninguna escena más por grabar y esperé a Camila en el parking.

Tardo un poco pero no me molestó.

Le abrí la puerta y conduje hasta el estudio, Camila estaba bastante sorprendida con el interior de mi coche.

Fue cantando todo el camino las canciones de la radio.

Camila era bastante alegre, era especial, era bonita y tenía una parte sexy que me llevaba a mis impulsos primarios, pero ante todo debía comportarme como una amiga.

Aparqué el coche y salí con Camila, le abrí la puerta del estudio y ella pasó después de mi, el estudio era nuevo, ya estaban esperándome dentro.

A decir verdad estaba bastante nerviosa, una cosa era hacer el ridículo yo sola y otra cosa es que me viese Camila haciéndolo.

Alfred estaba ahí sentado, se levantó y fui corriendo a abrazarme, era muy amable conmigo.

-Alfred, te quiero presentar a mi amiga- le señalé a Camila.

-Camila Cabello, para mi es todo un honor tenerla aquí- besó su mano.

Camila se sonrojó un poco ante ese saludo.

Yo me limité a reír ante la incomodidad de ella.

-Bueno, sigamos con la canción, le hacemos un par de retoques y ya la edito.

Asentí mientras entraba a la cabina.

Camila se sentó al lado de Alfred y comenzó a escucharme cantar.

La letra era sexual, según mi manager es lo que querrían escuchar de mi.

Después de casi tres minutos conseguí cantar la canción completa.

Alfred y Camila me aplaudieron, yo me sonrojé y agaché la cabeza.

-Camila ¿no quieres probar algo?- le miré.

-Eso, canta con _____, venga.

Camila entró a la cabina, me dio una guitarra que había en el suelo y me enseñó unos sencillos acordes.

-Sígueme el ritmo- me guiñó un ojo.

Alfred nos hizo la señal y Camila comenzó a cantar, yo me deleité con su voz y con la guitarra.

Hicimos una improvisación de un minuto bastante buena.

Alfred aplaudía desde el otro lado mientras Camila y yo nos felicitábamos.

-No lo haces nada mal- me guiñó el ojo.

-Aprendí de la mejor ¿recuerdas?- bromeé.

Alfred se levantó de su asiento y salió de aquella habitación,  Camila y yo nos acercamos demasiado, agaché un poco la cabeza para estar más cerca de su cara, ella cerró los ojos.

¿Quería que la besase?

Me acerqué lentamente a besarla hasta que vi a Alfred con Diana entrando por la puerta del estudio.

-Hola cariño, te he traído la comida- me hacia de la mano mientras señalaba la bolsa.

•Barbara Palvin y tú• Famous in love•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora