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→ʀɪɴᴅᴏᴜ ᴀɴᴅ ʀᴀɴ
- Los dos han prometido hacer todo lo posible para no ser tan bárbaros sabiendo que una chica iba a ser haitani junto con ellos.
- Teniendo la brecha de 3 años, siempre los admiraste. Fue su vínculo como dúo y su dedicación para ser los más fuertes a su manera siempre fue apreciado por ti y desde entonces, querían que fueras tan fuerte como ellos.
- Pero a la edad de 10 años, parece que la violencia alcanzó su punto máximo cuando tus hermanos mayores fueron enviados a un centro de detención juvenil por sus acciones en la gran Batalla de las cenizas de Roppongi. Ran siempre estuvo seguro de que se quedaría por el bien de ustedes dos, pero los había dejado solos.
- Pasar su tiempo en detención fue frustrante. A pesar de conocer la generación S62, saliste a defenderte de lo que quedaba en tu casa, que no era mucho.
- Después de su liberación, juraron correr hacia ti primero. Rindou podía sentir la culpa en el hombro de sus hermanos por cómo habían desperdiciado algunos años y meses solo para volver a casa con nadie. Obviamente presa del pánico, un millón de pensamientos han pasado por su cabeza.
- Te fuiste por buenas razones. Necesitabas ganar y encontrarte en un buen techo sobre tu cabeza, no uno donde se estaba desmoronando. Has aprendido mucho para alguien que solo tiene 14 años, pero, de nuevo, este es el mejor momento de su edad como líderes principales de Roppongi en ese entonces.
- Cuando te encuentran, sollozando en la esquina de la calle por cómo deseabas que ya hubieran regresado a casa, se siente como si todo estuviera planeado cuando Ran y Rindou se detuvieron frente a ti. Levantas la cabeza para mirar a los dos hombres y se sorprendieron de su hermana pequeña.
“¿T/N..?”
"¿Por qué ustedes dos tardaron tanto?"
Lo que condujo a la reunión más sentida para los hermanos Haitani, recordándote una vez más que nunca se irían y que te llevarán con ellos.
- En los pocos años de estar lejos de ti, sienten que ya no te conocen. Seguro que eras más alto que antes, más distante y cuidadoso con tus emociones por los días que pasabas en soledad. Intentaron compensarte, intentaron elegir y adivinar qué regalos elegir y cómo iban a eliminar esta extraña tensión.
- No los odiabas, los extrañabas, pero no te ibas a adaptar a ellos tan rápido sabiendo que manejaste todo por ti mismo y ahora que tienes cuatro manos que te ayudan, a menudo te aferras a la independencia y eso puede ser algo bueno, pero los dos claramente extrañan a su hermana que era inocente sin que se supiera lo que realmente hacen.
- Dudaban en dejarte unirte, pero era la única forma en que los tres podían estar juntos, incluso con un poco de orientación adicional de otros miembros si eran lo suficientemente amables como para considerar protegerte.