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→ᴍɪᴋᴇʏ, ʀᴀɴ, ʀɪɴᴅᴏᴜ, ᴋᴀᴋᴜᴄʜᴏ, ᴋᴏɴᴏɴᴏɪ ᴀɴᴅ sᴀɴᴢᴜ
Fem reader
C: consolando a su esposa celosa
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♡ - ¡MIKEY !
A pesar de ser el infame líder de Bonten que tiene a todos rindiéndose a sus pies, Mikey es el más inconsciente cuando se trata de su entorno. No nota la mano que sube por su brazo, la sonrisa demasiado amistosa que le da la hija del líder de una banda aliada. Ni siquiera sabe su nombre, y mucho menos recuerda por qué está aquí, solo que tiene que mantener la cara y continuar con esta conversación de la que realmente preferiría salir.
Recostándose en el sofá, Mikey toma un sorbo de su té, asintiendo a lo que ella dice. Algo sobre el negocio de las pandillas: honestamente, no puede encontrar en sí mismo que le importe. Tiene demasiado sueño, los ojos oscurecidos por el agotamiento y los labios hacia abajo en una media mueca.
No es hasta que te ve doblar la esquina, con sus bocadillos favoritos en tus brazos, que Mikey se despierta de golpe. Sentado hacia arriba, está a punto de decir tu nombre, detenido solo por los dedos que tiran de sus mangas. “ Mikey ”, canturrea, acercándose lo suficiente como para quedar prácticamente envuelta en su regazo, susurrando algo que hace que los ojos de él se agranden. Con las mejillas teñidas de rojo ante sus palabras, Mikey resopla en respuesta. Él se aleja al mismo tiempo que la chica sonríe para sí misma, pero es demasiado tarde.
Al final del pasillo, Mikey ve el puchero en tu cara muy claro.
Se esfuerza por leer la cantidad de emociones que pintan tu rostro, pero pasa demasiado pronto para que él pueda reflexionar, y pronto, te das la vuelta, desapareciendo en otro vestíbulo sin decir una palabra más.
"Hablaré contigo más tarde", asiente con la cabeza a la chica, corriendo detrás de ti y poniéndote al día siguiente. Lo que ve frente a él lo hace congelarse a un brazo de distancia de ti. Porque estás llorando, las almohadillas de tus mangas tiraron todo el camino hasta cubrir tu palma, la cara escondida detrás del material. Se da cuenta de la ligera sacudida de sus hombros y los gritos ahogados, lo que hace que su esposo preocupado se acerque. La mano de Mikey descansa en tu barbilla al momento siguiente, el pulgar levanta tu rostro para mirarlo. Entonces él lo ve. Los ojos rojos e hinchados, los labios temblorosos y las lágrimas que brillan en tu rostro: “Estás llorando”.
