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El sudor goteaba por la cara de Changbin. El otro shifter parecía demasiado jodidamente nervioso para el gusto de Mark. Habían llegado lejos de la ciudad, condujeron a la carretera interestatal y se desviaron a una calle lateral apartada donde no los pasaban automóviles, para que Changbin pudiera hacer su trabajo.
A través de los lazos de pareja, Mark podía sentir a Jisung debilitándose por segundos.
—Mark, toma un poco de aire. Estás abarrotando a Changbin — dijo Hyunjin, abriendo la puerta de la furgoneta y saliendo.
—No voy a dejar a mi compañero, —dijo Mark automáticamente, preocupado.
Jisung había cerrado los ojos y había dejado de responderle minutos antes. El instinto humano le dijo que Hyunjin tenía razón. Su animal medio que no estaba de acuerdo. La distancia y la falta de contacto solo empeorarían la condición de Jisung. Changbin arrancó la camisa de Jisung. La herida se veía mal.
—Necesito abrirlo, —dijo Changbin, buscando otra bolsa de suministros médicos.
Mark no sabía mucho sobre humanos. Él podría sanar fácilmente de una herida como esa, pero ¿qué pasa con Jisung?
—Mark, déjalo trabajar, —dijo Hyunjin con voz firme. Su hermano no le estaba preguntando amablemente esta vez. Con un tirón, Hyunjin lo arrastró fuera de la camioneta hacia la carretera. Hacía más frío aquí afuera. Mark sabía que era lógico dejar que Changbin hiciera este trabajo, pero la preocupación lo fastidiaba.
La ira se apoderó de él cuando Hyunjin lo empujó más lejos de la camioneta.
—Vete a la mierda.
—No actúes como un mocoso, Mark. Changbin sabe lo que está haciendo, —señaló Hyunjin.
El lobo interno de Mark lo arañó. ¿Cómo se atrevía Hyunjin a bloquear su camino, a su compañero de todas las cosas? Un gruñido escapó de sus labios. Mark vio rojo cuando sintió que el vínculo entre Jisung y él se debilitaba. Oh, sabía que Changbin estaba haciendo lo mejor que podía, pero podría no ser suficiente.
—No pelees conmigo, Mark, —advirtió Hyunjin.
—Entonces quítate de mi camino, —siseó.
Ya, las garras le destrozaron las manos. Una vez que se quitó el collar alrededor de su cuello, se dio cuenta de cómo su lobo y los lobos de sus hermanos habían sido contenidos salvajemente.
Un shifter estaba destinado a poder correr, a experimentar la libertad en cualquier momento que quisieran. Sin los aguijones eléctricos que el entrenador había usado en ellos, el lobo de Mark parecía querer pelear todo el tiempo. No ayudó que hubiera tres hombres lobo Alfa atrapados en un espacio. Los lobos de Chan y Hyunjin querían pelear con el suyo, para establecer algún tipo de orden jerárquico.
—No. Mark, sé razonable. ¡Mierda! —Hyunjin gritó cuando Mark se le acercó.
Una vez que comenzó, no pudo parar. La temible bestia de Mark arrancó de él. El conductor, Han, había salido del auto.
