En un giro inesperado, las vidas de Alysa McCartney y Max Cooper se cruzaron, sin saber que no sería una simple coincidencia.
La amistad entre ellos se fortaleció, hasta que ambos tuvieron sentimientos más profundos.
Sin embargo, alguien se enfocó e...
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—Aquí, señoritas. Ya les traigo el menú. —Indicó el mesero.
Nos trajo a una mesa apartada del resto, muy discreta, sin ventanas cerca. Perfecto para alguien como yo que quiere dejar de ocultar su rostro.
—Oye, gracias por lo de ahorita. —Me dijo la chica apenada.
—No hay de qué. No debo permitir que pasen esas cosas.
—Oh, bueno. Te debo una. —Le hice mueca de que no se preocupara por eso.
—Después de todo, no es la primera vez que me pasa. Me he estado acostumbrando.
— ¿Qué? ¿Ya te ha pasado? —Pregunté asombrada.
—Permiso, señoritas —Interrumpió el mesero que traía el menú—. Aquí está el menú, ¿Qué desean ordenar?
La chica anuló su anterior pedido y ordenó una limonada frappé con granadina; cosa que me sorprendió bastante. Visualicé el menú de bebidas y me llamó la atención la limonada frappé con hierba buena, entonces la ordené.
— ¿Sólo eso? —Preguntó el mesero anotando nuestro pedido en su pequeño cuaderno. Asentimos al unísono haciendo que se fuera.
—Oye, Tienes buen paladar —Comenté a la chica—, nunca había escuchado a alguien pedir limonada frappé, o por lo menos, que estuviera comiendo conmigo.
—Gracias, igual tú. La limonada con hierba buena y granadina es lo máximo.
— ¿En serio? Nunca lo he probado, pero me llamó la atención.
—Te encantará, es sencillamente espectacular.
—Bueno, vine aquí a pensar y a beber algo. Pero ahora que estamos las dos... ¡Hablemos de nuestras desgracias! —Propuse.
—Genial, yo vine para desahogarme y beber algo también. Será divertido si ambas lloramos. —Le pareció bien la idea.
Apenas la conozco, pero ya me agrada. Es bonita, su cabello es castaño y sus ojos oscuros.
—Bueno, primero, vamos a presentarnos —Dijo amable—. Me llamo Alysa, ¿Y tú?
—Bonito nombre —respondí— Yo... Bueno, déjame quitarme esto.
Procedí a desatar el moño en mi cabello y me quité las gafas de sol.
—Wow, eres muy bonita. —Habló.
No me esperaba esa respuesta.
Me esperaba algo como...
« ¡OH POR DIOS, ERES... ERES RUBÍ WATSON!»
« ¡SOY TU MAYOR FAN!»
« ¿Me puedo tomar una foto contigo y subirla a mi Instagram? ¿No hay problema si te etiqueto?»
