Capítulo 7

736 19 69
                                    

Hoy es un día especial

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy es un día especial.

Iré a la casa de mi profesor Harry y conoceré a su esposa y a su hijo. Probablemente tengan una buena imagen sobre mí gracias a él, pero temo de que no sea así y por eso quiera que nos conozcamos para que lo piensen mejor.

Dios, no sé cuántas veces te lo pido, pero ayúdame hoy, por favor.

Me puse un outfit sin estrenar que me compré hace unas semanas; una blusa blanca manga larga cuello tortuga; un chaleco de jean; un pantalón negro y unas converse blancas.

Ojalá hoy tampoco sea un día desastroso.

Harry llegó en su auto hasta una parada de autobús cerca de mi casa, me monté y nos dirigimos a la suya.

Luego de poco camino, llegamos. Es una urbanización de casas, todas son muy bonitas. Harry estacionó el coche en el garaje de una quinta preciosa, muy vintage . Y algo que no podía faltar, plantas, muchas plantas. Entramos a la casa y me llevé una bonita sorpresa.

— ¡Hooolaaa! ¡Oh por Dios, pero que hermosa eres! —Me saludó con mucho cariño, supuse que era la esposa de Harry— Soy Johana, esposa de Harry. Me alegro mucho de por fin conocerte, mi niña.

—Holaa, mucho gusto. Usted también es preciosa —Saludé a la mayor, rubia y ojos color miel, a diferencia de Harry, que su cabello es castaño y sus ojos verdes.

—Ay, querida. Mi hijo no pudo venir a almorzar, pero comerás con nosotros. Disculpa el inconveniente... [Agh, Max es tan terco. Ojalá estuviera aquí].

¿Su hijo no pudo venir o se fue?

—No se preocupe, lo entiendo.

Nos sentamos en la mesa del comedor y la señora Johana sirvió tres platos; uno para cada uno. Era un pastel de carne con papas fritas, ensalada y salsa.

Qué rico.

—Mi niña, ¿Cuántos años tienes?

—Tengo 23.

—Aaayyy pero si luces madura. Incluso tienes un cuerpo muy bonito.

—Aaaah, sí. Jaja... —Me dio un poco de vergüenza.

Aunque la verdad ya estoy acostumbrada a que todo el mundo alabe mi cuerpo por ser delgada, tener el abdomen plano y al mismo tiempo tener las caderas un poco anchas y los senos grandes. Algunas compañeras del curso me preguntaban si me operé, pero es hereditario de mis tías paternas.

—Alysa, ¿Puedes creer que también desapareció la cartera de marca de la profesora Sasha?

Ay no... Creo que se refiere a la cartera grande en la que metí la planta.

—Dios, debe estar molesta.

—No sabes cuanto, muchísimo. Le había costado mucho dinero, la dejó por accidente en uno de los invernaderos y al regresar no estaba.

Razones para estar contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora