CAPITULO 32

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De regreso en el palacio Magnolia ayude a Ethan a llegar a su cuarto, lo recosté en la cama y le ayude a quitarse las vendas y comenzar a limpiar sus heridas con algunos paños húmedos.

Arimi entro por la puerta y trajo una bandeja con unas cosas que le había pedido – Princesa, lo que pidió está aquí

– Tráelo, déjalo en la mesa que está al lado de la cama y retírate – ella asintió e hizo lo que dije

Tome los paños húmedos y empecé a tallar suavemente las heridas de Ethan, por suerte no eran profundas pero parecía dolerme más a mi cada vez que pasaba el paño

– Kathe… – Ethan levanto mi cabeza y pudo ver una pequeña lágrima en mi mejilla que quite tan pronto la vio – no deberías preocuparte – sonrió – esto solo es una cicatriz más agregada a la lista y no es tan grave

Quite su mano de mi rostro y seguí limpiando sus heridas – Lo grave es que está cicatriz es mi culpa – le contesté – yo de verdad lo… – intento disculparme y el me interrumpe

– Deja de disculparte, yo acepte entrar así que lo que me pase dentro es mi culpa no tuya – decido no responder, vuelvo a envolverlo en vendas y tomo un vaso con agua y un medicamento que había traído Arimi

– Ten bébelo – le ordené y el toma el vaso oliéndolo

– ¿Qué es esto? – pregunta con cara de asco y sonrío al ver su rostro

– Es un medicamento, te ayudará con el dolor y también a dormir

– No, no gracias estoy bien – deja el vaso de lado y se cruza de brazos

– Pareces un niño, solo cállate y bébelo – tomo el vaso y lo acerco a su rostro – Ethan Norris, si no lo tomas por las buenas será por las malas

El se ríe – Prefiero por las malas

– Bien, tu lo pediste – estiró mi mano y mi magia quita las sábanas de encima de él, tomo el agua de una jarra y lo envuelvo en sus manos creando una fuerte cadena de agua cristalina que amarro a la base de la cama y me subo encima de él con el vaso en mano

– ¿Dónde aprendiste a hacer eso? – me cuestiona sorprendido

– Solo practiqué – el alzo una ceja y reí – bien, me lo enseñó Darwin, dijo que me serviría y que el lo había estado probando con Cedric

Ethan se hecho a reír – Créeme que Darwin no pensó que lo fueras a usar para hacerme tomar un medicamento, yo le habría dado otro uso y creo que el también

– No todo es sexo, ahora cállate y bébelo – el hace un puchero pero termina haciendo lo que le digo y acerco el vaso a sus labios y el lo toma – gracias – pongo el vaso en la mesa de noche y desató a Ethan, estoy apunto de bajarme de él cuando me toma por la cintura y me tira a su lado en la cama

– ¿A dónde crees que vas? – susurra

– No creas que tendrás sexo conmigo ahora

– ¿Por qué no? – se queja desanimado

– Porque el medicamento es de efecto rápido y no voy a tener sexo contigo mientras te estás quedando dormido – comienzo a reír y Ethan bosteza

– Buen punto, lo dejaremos para otro día – le sonrío y me acerco recargándolo en mi pecho mientras veo como sus ojos se cierran

– Realmente, eres un niño – digo mientras acomodó su cabello y veo como se queda totalmente dormido, yo me decido y me recuesto a su lado

Te amo…

El elemento ImperiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora