CAPITULO 33

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Katherine Kendrick

Me sostengo de Ethan mientras veo como sale André de la habitación – No debiste hacer eso – le digo calmada

– Tenía que saber todo eso, no iba a aceptar que el también era culpable y seguiría culpando a Ulmaria – el no me miraba y solo me tomaba por la cintura

– Ethan – me giré a el – el no tuvo la culpa de lo que pasó en su cumpleaños y me dijo que lo del jarrón fue un accidente

– Kathe, no intentes convencerme de que lo que le dije fue incorrecto, yo lo supe todo desde el inicio y también lo vi – me miró y mostró una pequeña sonrisa – ven déjame ayudarte a acostar de nuevo – yo asentí, moví las sábanas y el me ayudó a acostarme

– Ethan creo que deberíamos limpiar tus heridas, ya paso mucho tiempo desde que lo hicimos

Le dije y sonrió – Bien – a los minutos llamo a Arimi, le pidió el desayuno y algunos paños húmedos, no tardó mucho y Arimi llegó con lo pedido

– Ven, te ayudaré a quitar las vendas – el asintió un poco serio y quite su camisa para después empezar a desenvolver las vendas que lo cubrían pero cuando termine me quedé muda

Está… está curado

Ethan noto mi rostro – Kathe… ¿Pasa algo? – pregunto

– Ethan… no tienes absolutamente nada – el se miró y efectivamente no tenía ni una sola marca en donde había grandes heridas

El me miró de nuevo y tomo mis manos examinándolas – ¿Qué te pasa? ¿Qué haces? – le pregunto confundida

– Pasaste toda la noche con las manos en mi pecho – lo dijo con mucha seriedad pero me eche a reír

– Ethan eso significa que el medicamento funcionó, no que tengo manos curadoras – el me fulminó con la mirada

– Kathe, esto no es broma, si los medicamentos fueran tan buenos créeme que no tendríamos ni una marca en el cuerpo – me dijo y se quedó pensando unos segundos

Mientras lo veía en me miró de nuevo y llegué a escuchar << ¿Y si lo que leí es real? >>

Yo sonreí – ¿Qué leíste? – me miró desconcertado – digo mínimo para entender lo que te pasa

– Vístete – exclamó a secas
– ¿Qué?

– Que te vistas, ¡Ya! – el está tan serio que solo me levanto y comienzo a vestirme

– Hoy estás demasiado mandón – tan pronto termino de vestirme Ethan me toma por el brazo y salimos de la habitación, caminamos por los pasillos y el solo tiene una mirada sería pero centrada – Ethan, ¿Podrías explicarme qué te pasa y a dónde vamos?

– Ten un poco de paciencia y lo sabrás – el siguió caminando y me llevo a un cuarto de grandes puertas y al entrar pude ver qué era una biblioteca diferente a la que íbamos siempre

Al entrar, la biblioteca estaba repleta del piso al techo de libros, en medio de esta había un hermoso árbol sauce que daba luz a la biblioteca ya que este tenía un tenue brillo verde.

El elemento ImperiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora