CAPITULO 72

7.4K 615 121
                                    

Estoy nuevamente entre peleas a espada, he perdido la cuenta de cuántas personas he matado pero eso no me detiene a seguir… podré lamentarme después.

Me detengo en seco a mitad de todos al notar como al menos 2 hombre enemigos corren hacia mí.

Esto será divertido…

Aprieto mi espada y el primer hombre de acerca, el intenta cortar a mi cuello directamente pero logro agacharme antes de que pueda dañarme para después golpear su espalda con mi codo y girarme logrando un corte fino desde su hombro hasta la parte baja de su espalda.

No tengo tiempo de pensar pero noto como el segundo hombre se acerca a mí, yo me levanto colocándome frente a el y tiro mi espada de lado.

– ¿Tan rápido te rindes, muñeca? – pregunto arrogante

– Lo siento pero… solo así estamos en igualdad de condiciones, créeme, así te doy un pequeño porcentaje de vivir – sonreí logrando que el se enfureciera. Se acerco a mi e intento un corte vertical pero solo basto con hacerme a un lado para esquivarlo – Uff casi… – me burle

– Maldita – le escuché murmurar

El corrió hacia mí y yo me agache logrando ponerme detrás de el y saque una pequeña aguja de mi cinturón – Me cansé de jugar – le susurre al oído para después clavar aquella aguja en su cuello

Me aleje y el cayó rápidamente mientras se retorcía en el piso, su rostro se volvió rojo pero no tardó mucho y sus ojos se tornaron negros. Observé nuevamente el campo y pude notar como los hombres de Roxana caían sin detenerse, mis tropas casa vez se hacían más fuertes aunque con menos hombres. Comencé a caminar y a lo lejos pude notar un caballo negro con melena de fuego, este tenía un jinete arriba pero no era nadie que conociera, todos miramos aquel caballo hasta que comenzamos a notar que no solo era uno.

Al menos 30 jinetes de diferentes elementos se hicieron notar frente a nosotros, en eso el caballo inicial se paró en sus 2 patas traseras y relincho haciendo que todos los demás caballos corrieran hacia nosotros. Estaba apunto de cubrirme cuando una fuerte explosión estalló logrando así que yo y mis hombres saliéramos disparados a varios metros. Abrí mis ojos y no podía escuchar nada, el zumbido en mis oídos me impedía escuchar, el dolor de mi espalda y rostro me impedía pensar y el sabor a metal en mi boca me distrajo por unos segundos.

– ¡Princesa! – un grito me hace mirar a mi izquierda cuando veo a Arimi corriendo hacia mí mientras se cubría de las explosiones con un escudo cubierto de sangre

– Arimi… ¿Qué estás haciendo aquí? – pregunté aún aturdida – vete de aquí… no estás capacitada

Ella ignoro mis palabras por completo y me tomo por el brazo, me levante con su ayuda y logramos llegar a un pequeño desnivel en el suelo que al sentarnos nos podía ocultar sin problema.

– Princesa… las cosas están mal, los jinetes son experimentados y las catapultas siguen disparando – dijo Arimi mirando alrededor

– No son experimentados – negué pero ella me miró

– Si lo son… los caballos con elemento no existen… se necesita de mucha experiencia para lograr traspasar tu elemento y de hecho los regentes tardaron toda su vida en lograrlo – me corrigió – princesa… han matado a la tropa 1, 2 y 4 casi por completo

– ¿Dónde están los regentes?

– No lo sé, los perdí de vista hace mucho – Arimi siguió observando hasta que una explosión más nos obligó a ocultarnos por completo – alteza… necesitan usar magia, debe dar la indicación ahora – dijo ella y saco una bengala del escudo que portaba

El elemento ImperiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora