Jimin tiene una crisis existencial y decide develar en Twitter los secretos de sus compañeros de Universidad y entre ellos tambien el suyo... que está perdidamente enamorado de su mejor amigo Jungkook desde hace años.
¿Qué pasará cuando tenga que e...
Mientras iba rumbo a la casa de su novia Jungkook le escribió algunos mensajes más a Jimin. No iba a dejar que esto los hiciera alejarse.
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Sabía que quizás no los leería ahora porque estaba enojado y Jimin enojado era un caso especial.
Pero esperaba que después más tranquilo se diera cuenta de que lo que le había dicho Ji-eun no tenía ningún sentido.
Cuando estuvo en la puerta de la casa de su chica decidió llamarla por teléfono ya que tocar el timbre a esa hora no era adecuado, probablemente sus padres se asustarían.
El teléfono sonó varias veces hasta que una voz adormilada respondió.
—¿Bebé? ¿Qué pasó?
— estoy en la puerta, abrime por favor.
— ¿Viste la hora que es?
— si la vi Ji-eun... Podés abrirme por favor, es importante.
Vio como la luz en la habitación de ella se encendió y luego la vio asomarse por la ventana haciéndole señas de que ya bajaba.
En aproximadamente cinco minutos la puerta delantera de la casa se abrió y su novia lo metió dentro cerrando rápidamente.
—shhh... Vamos a mi cuarto no quiero despertar a mis papás— susurró ella.
En silencio Jungkook la siguió por las escaleras.
Una vez dentro del cuarto y tras cerrar con traba la puerta, Ji-eun se abalanzó sobre él con intención de besarlo.
El pelinegro le corrió la cara automáticamente.
—¿Qué te pasa?— preguntó confundida.
—¿de verdad me estás preguntando?
Ella abrió sus ojos sorprendida, fingiendo no tener idea de porque su novio estaba tan molesto.
—Jimin me mostró los mensajes que le mandaste— dijo serio.
Ji-eun sabía perfectamente que se había pasado, ella siempre mantenía una imagen de chica dulce y correcta, no había podido contener su ira al verlos tan felices disfrutando juntos y sumado a eso los comentarios y twits de los amigos de Jungkook que parecían estar esperando con ansias que entre los dos pasara algo.
La había cagado en grande pero no había vuelta atrás. Solo le quedaba una opción para tratar de conseguir el perdón de su novio.
— bebu yo... Lo sé... Lo lamento, estuvo horrible lo que hice— exclamó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
No había nada más vulnerable que una chica delicada como ella llorando y sabía que por más enojado que Jungkook estuviera jamás la maltraria.
