Capítulo 14: Odio la distancia.

324 25 23
                                    

Tengo tantas ganas de ya estar junto a él, para decirle lo mucho que lo amo, la falta que me hizo todos estos días, pero gracias a Dios el tiempo pasó rápido, mañana vuelve mi Don Fernando. Es tan maravilloso saber que lo primero que haré será abrazarlo, para que me reinicie la vida, que lo besaré para que me guíe hasta nuestro cielo. Solo él tiene la capacidad de hacerme sentir tantas cosas con tan solo verlo. Estos días aunque estuvimos en contacto, fue inevitable no extrañarlo sentir como cada parte de mi piel lo necesitaba con tantas ansias y desesperación, Fernando dejó tantas huellas en mi vida que todo el día pienso en él.

Claro que no todo fue felicidad en estos días y no después del inconveniente que tuvimos en nuestra llamada dónde Aldo entró a presidencia, para querer hablar conmigo, menos mal que lo resolvimos, porque ese día, sí me sentí tan sola, me estaba volviendo loca sin tener respuestas de él, afortunadamente por la madrugada todo cambio.

***

Flashback on:

Llegué a mi casa bastante triste, en todo el día estuve esperando alguna respuesta a las llamadas que le hice o al mensaje que le mandé, pero no pasó. Me preguntaba si en verdad había cometido un error muy grande en decirle "Don Fernando", al teléfono delante de Aldo, qué estará pensando sobre mí, que está tan enojado. Nosotros habíamos quedado que por lo menos por un tiempo no le diríamos a nadie de nuestra relación. Yo sé que Fernando no lo quería, pero siento dentro de mí que es lo mejor, también sé que es absurdo, eso que le pedía ahora, cuando antes en nuestra relación lo que más quería era que pudiéramos estar sin escondernos; sin embargo, después de ver todo el sufrimiento de Doña Marcia, no quería que eso volviera a pasar, también esta Aldo que aunque ya hoy también le dejé claro que no puedo corresponderle no quiero que sufra. La deuda de Conceptos también es mi prioridad, nuestra prioridad, Dios quien diría que todo eso nos rebasa, para decirle al mundo entero lo mucho que nos armamos. Y tengo que aceptar un poco que también me preocupan nuestros papás no creo que a Doña Teresita le guste mucho que su hijo tenga una relación conmigo, mi papá también no sé qué piense. Todo eso me frena y se lo traté de explicar, pero para Fernando al parecer no fue suficiente. Y todavía faltaba tanto para verlo y explicarle. Pero en fin me subí a mi recámara sin cenar, me prepare para dormir, admito que di más de mil vueltas en la cama y no podía conciliar el sueño, cuando estaba a punto de hacerlo, el sonido de mi celular hizo que de un salto me levantará de la cama, para ver en la pantalla del móvil lo que estuve esperando todo el día. Pero aunque estuviera tan feliz y a punto de salirse de mi pecho el corazón, no sería tan fácil para Fernando Mendiola, ahora sí ya me hablaba como si nada ¿Que le pasa? Bueno que me pasa a mí... Ya sé, ya sé estoy loca, tan loca que ni yo me entiendo.

—Bu-Bueno. (Tartamudee, pero después trague saliva, necesitaba que no se escuchará mi nerviosismo, era imposible. ¡Ay Leticia! Porque tiene la facilidad de hacerte sentir así, es obvio porque lo amas.)
—Lety. (Suspiró.) Mi Lety. (Guardó por un instante silencio y me puse más nerviosa de lo que ya estaba.) ¿Me perdonas mi amor?
—Fernando. (Dije pero me interrumpió.)
—No escúchame. Antes que nada si no te hable o mande mensaje fue porque se me terminó la pila, estaba trabajando. (Tan divino, es imposible estar molesta con él, sería absurdo.) Todo el día me la pasé con empresarios e inversionistas en la industria de alimentos. Hace un rato llegué al hotel. (Suspiró de abatimiento y sabía perfectamente que se acostó en la cama, inmediatamente hice lo mismo.) Lety se que en la tarde me comporte como un estupido, pero me dieron muchos celos que él Fri... (Rió, mientras yo sentía que volaba.) Bueno que tu amigo Aldo te llamará así. (Cerré los ojos con fuerza y respire profundo para no reír, amaba tanto a Fernando que sus celos se me hacían los más hermosos del mundo.) También se que quedamos en que no le diríamos a nadie, por ahora claro. (Estaba segura que sonrió de lado.) Pienso que será muy difícil para mí. Te amo tanto Lety que quiero que el mundo sepa todo lo que siento, cuan feliz estoy por estar a tu lado. (Todas sus palabras me desarmaban, lo único que quería era abrazarlo, estar a su lado, para poder decirle cuánto lo amo.)
—¡Ay mi Don Fernando!
—Admito que algunas veces si me gusta que me digas así. (Sonreí al recordar su voz de neurótico al decirme. "Ahora soy Don Fernando.")
—Fernando. (Suspiré.) No te voy a negar que si estuve triste, pensé que estabas enojado. A mí tampoco me gustó cómo me llamo Aldo, de hecho hoy le dejé claro que entre nosotros solo puede haber una amistad. (Mordí mi labio inferior.) Porque mi corazón solo te pertenece a tí y así será siempre mi amor.
—Yo también estuve triste por lo que pasó, por eso te llamé, necesitaba escuchar tu voz, sentirte un poco más cerca de mi corazón. (Cuando me decía eso mi corazón se apretaba con fuerza.)
—Ya falta poco mi amor. Para estar juntos de nuevo. (Le dije en susurros y es que lo necesitaba demasiado conmigo.)
-Estoy tan ansioso por verte, abrazarte, besarte, sentir tu piel, tocar tu alma. Te amo mi Lety. (Al escuchar esto mi estómago era un mariposario, si todas las mariposas del mundo estaban en mí, revoloteando por doquier, todo por su amor.)
—Yo te amo todavía más. (Era inevitable que unas lágrimas descendieron por mis mejillas.)
—Mi Lety no llores. (Cómo sabía que lo estaba haciendo, limpie mis lágrimas y reí.)
—Perdoname es que te extraño como no tienes idea, en estos momentos odio tanto la distancia. (Suspiré con fuerza.)
—La distancia valdrá la pena cuando estemos juntos mi amor.

La Fea Más Bella: Por siempre mi amor.Where stories live. Discover now