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소망.
Luego de leer la respuesta de su amiga, la rubia suspiró. Sólo había salido de casa porque necesitaba comprar unos analgésicos, y al hacerlo se topo con la misma linda chica -ahora pelirrosa- que había ido a su fiesta y que por azares del destino era también su alma gemela.
Se preguntó si estaría bien acercarse, no se conocían para nada, y Soyeon todavía recuerda las emociones que sintió en esos segundos en los que sus miradas se conectaron; una mezcla de sorpresa y decepción. Soyeon no era una imbécil, siempre fue consiente de la reputación que mantiene, de los rumores sobre su persona y sus malos hábitos. Entonces la reacción que tuvo la desconocida al saber que ella es su destino, fue muy válida.
La observó tomar con prisa la mano de una castaña alta y pagarle al muchacho de la caja con urgencia, para luego salir del lugar a pasos rápidos. Si la rubia no hacía nada por acercarse, estaría perdiendo la oportunidad, y tal vez Soojin tendría razón, y no podría verla otra vez.
Seguro iba a arrepentirse por la noche.
—¡Hey, tú!— Soltó la Jeon en voz lo suficientemente alta como para que la joven de cabellos rosas le escuchase. Soyeon alcanzó a ver cómo las dos amigas detenían sus pasos y la espalda de la más baja se tensaba.
Por otro lado, Yuqi quería morirse ahí mismo. Si fuera por ella evitaría a esa rubia por mínimo diez años hasta que estuviera lo suficientemente desesperada por amor como para buscarla. Pero bueno, las cosas nunca salen a como una quiere. Ahora sólo pensaba en qué le iba a decir, la rubia debió de haber sentido lo que ella durante aquella fiesta, ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?
—Realmente prefiero evitar situaciones incómodas. — Empezó Tzuyu, soltando su mano y mirando de reojo a Soyeon, quien seguía parada en el mismo lugar, sin apartar su mirada de Yuqi. —Así que estaré por ahí, y mientras ustedes hablan sobre lo que sea que tengan que hablar, llámame cuando creas que fue suficiente. — Le dejó un beso en la mejilla de la china y siguió caminando hacia el frente.
Yuqi exhaló y caminó hacia donde estaba Soyeon. Esto definitivamente iba a ser incómodo.
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