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Con los ojos puestos sobre su celular y con sus manos sujetándolo con cierta fuerza, Jimin se contuvo de soltar un sonoro suspiro luego de escuchar a Jungkook pronunciar su nombre, justo en el momento en que se había decidido por salir.

Habían pasado horas y, más allá del hecho de que en todo ese tiempo Jungkook se había dedicado únicamente a trabajar mientras que él había permanecido sentado en el sillón sin hacer absolutamente nada, el ambiente se sentía extraño. Puede que entre ellos no se dieran las conversaciones más casuales del mundo, pero el abrumador silencio que hasta entonces los rodeaba no era normal.

Jimin podía sentir que había algo más.

—¿Jimin? —Jungkook giró sobre su silla, extrañado al no obtener una respuesta.

El omega parpadeó, dándose cuenta que se había perdido demasiado en sus propios pensamientos.

—Voy por tu almuerzo —respondió.

Se puso de pie rápidamente, asumiendo que esa sería la orden del alfa. Era viernes, lo más probable era que su restaurante favorito estuviera lleno en esos momentos, pero ahora tiene a una persona que lo puede llevar a cualquier lado durante su horario de trabajo y si tenía suerte, podría encontrarse con aquel mesero que siempre priorizaba su orden y...

—¿Acaso te he dicho que vayas por mi almuerzo? —Jimin se detuvo al escucharlo. Jungkook se puso de pie y con un movimiento de cabeza le señaló la silla—. Siéntate.

La mirada de Jimin se bañó de confusión, no entendiendo el repentino pedido del alfa.

—¿Para qué? —cuestionó con desconfianza.

—Siéntate.

Jimin le dedicó una mirada entornada, que fácilmente podía ser de una irritada, antes de moverse y hacer lo que el alfa con poca amabilidad le había ordenado.

Jungkook observó sus movimientos con detalle, desde su caminar hasta el momento en el que se sentó en la silla que segundos antes ocupó. Pudo ver la cautela de sus acciones y cómo la impasibilidad de sus fríos ojos pareció cambiar por unos cortos segundos.

Jungkook bufó.

—Solo quiero hacer una prueba de la canción —explicó con voz escueta, ignorando la molestia que nació en su pecho—. Necesito que me ayudes a grabar mientras lo hago.

—Pero si yo no tengo idea de cómo se manejan estas cosas —los ojos de Jimin se pasearon sobre la maquina delante suyo, sin comprender la mitad de botones que habían ahí—. ¿No es mejor que llames a uno de los chicos?

—¿Para qué los voy a llamar si tú eres mi asistente? Te lo explicaré solo una vez, así que presta atención.

Jimin deseaba encajar su puño contra su rostro, solo una vez.

Se abstuvo de seguir fantaseando cuando sintió a Jungkook colocarse detrás suyo. Una de sus manos se apoyó sobre el respaldar de la silla giratoria y su torso se inclinó hacia adelante, chocando su pecho contra su hombro mientras comenzaba a señalarle e indicarle lo que debía hacer.

—Y solo tienes que esperar a que yo...

Quiso seguir el orden de sus palabras, pero por alguna razón, estas fueron escuchándose cada vez más lejanas.

Sentía algo extraño en él, algo que no podía expresar con palabras exactas. Su piel se erizaba ante cada mínimo roce y su mente parecía perderse en la voz grave que se escuchaba cerca de su oído.

No lo tenia así de cerca desde... Desde hace mucho y eso de alguna forma creaba una reacción en su cuerpo que su lado racional detestaba tener.

Él lo odiaba. Su omega vivía herido y resentido por lo que sucedió en el pasado. Pero de alguna forma el sentimiento de rencor no lograba priorizarse en todo su ser.

Working with the devil  ⟢  kookmin auWo Geschichten leben. Entdecke jetzt