ㅤ❥ㅤ━━━ ❝Por mi hermana
haré perecer a este
ㅤㅤㅤㅤㅤ estúpido imperio,
incluyendo a todo lo
que habita en el❞
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En la primera línea del tiempo solo se habló de como la pr...
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Amare observaba con molestia al emperador, mientras que él, por su parte miraba curioso ante la actitud y atrevimiento que esa pequeña rubia se estaba tomando al hablar con él— ¿Que has dicho? —le pregunto haciéndose el desentendido, no había escuchado mal, ¿O si?. Recibió un chasqueo de lengua molesto, abrió levemente sus ojos ante la sorpresa, observó a la otra rubia a quien le había dicho gorda como una pelota, esta se mostraba totalmente en pánico.
—Es un atrevido, además alguien sordo por lo visto —burlo con sequedad, una lengua tal como víbora. Nuevamente le dejo callado ante la respuesta que había recibido.
El pelirrojo avanzó tras el rubio con su ceño bastante fruncido— ¿No deberías ser un poco más corte? —cuestiono luciendo insatisfecho.
Khalid llegó tras de él dejando caer con rudeza su mano sobre el hombre del pelirrojo provocando un pequeño brinco por parte de éste— Cállate Félix. —sonrió forzosamente, dándole una apariencia aterradora.
La pequeña princesa sonrió satisfecha ante el actuar de su caballero— tu realmente tienes una lengua que tienta la suerte, niña, puede costarte caro. —decidió hablar el sol del imperio, recibiendo una mueca de total aburrimiento por parte de la segunda hija.
Alzó su ceja con una cara de total desinterés ante las palabras del mayor— ¿Crees que me interesa? Las palabras pueden ser tu mayor arma para humillar al enemigo. Le pido que suelte a mi hermana —pidió, pero había sonado más como una orden.
Claude miro hacia atrás de ambas, para ser exactos, observó fijamente la marca de unos dientes en una nalga del pobre angel hecho oro— Parece que se perdieron mientras jugaban en el palacio Ruby. —saco conclusión el gran emperador de Obelia.
Amare le miro con cara de: “¿Eres idiota? ¿Acaso me ves la cara de haber estado jugando?” Claude le observó con cara de poker, parecía que la pequeña niña sabía sacarle de quicio.
Con un pequeño tic en el pómulo llamo a su escolta— Félix —como si fuera la salvación para el pelirrojo, este se soltó rápidamente del agarre impuesto por el albino. Pero cuando llegó junto al emperador lo primero que recibió fue a Athanasia siendo lanzada, literalmente, por Claude y cuando estuvo a punto de lanzar a la segunda princesa está gruño en advertencia al ver los brazos extendidos por parte del pelirrojo.
—A mi ningún perro del emperador me toca, Khalid. —miro llena de desdén al pelirrojo haciéndolo sentir diminuto e incluso un tanto ofendido. Mientras que su escolta ya estaba junto al emperador, extendiendo sus brazos para recibir a Amare.
Recibió un entrecejo fruncido por parte del rubio— ¿Desde cuándo eres tan leal con alguien, Hiskia? —cuestiono, pareciendo un tanto molesto por su tono de voz, el albino hincho su pecho orgulloso.
—Me ofende, su majestad, desde que conocí a la princesa Amare, se podría considerar que mi segundo nombre sería lealtad. —le contesto lleno de altanería.
