ㅤ❥ㅤ━━━ ❝Por mi hermana
haré perecer a este
ㅤㅤㅤㅤㅤ estúpido imperio,
incluyendo a todo lo
que habita en el❞
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En la primera línea del tiempo solo se habló de como la pr...
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Esta vez se giró sintiendo un extraño peso en su pequeño corazón frunció el ceño con frialdad hacia la rubia mayor quien estaba de lo más entretenida charlando a esa cosa peluda entre sus brazos— ¿Estás contenta, Arthy? —cuestiono, no estaba feliz y estaba demostrando todo enfado sin poder contenerse ante su hermana mayor—No vuelvas a hacer eso. —le fulminó, recibiendo una mirada confundida como respuesta de su mayor— Te trato amablemente por qué eres mi hermana y alguien muy preciada, pero eso no quiere decir que me puedas utilizar a tu antojo. —aclaró fría mientras apegaba al animalito a su pecho buscando cubrir el gruñido amenazador que le estaba dedicando a Athanasia.
Quien retrocedió temerosa al ser regañada por su actitud tan obvio, sin creer que la pequeña hermana se molestaría tanto al usarla en uno de sus caprichos. Todo lo contrario, una mirada cual hielo le calo hasta el más mínimo nervio, temblando desde los pies hasta la cabeza, no pudo decir ni mediar ninguna mísera palabra; Athanasia estaba aterrada— Y-yo... —tartamudeo débilmente, removiendo el interior de su joven hermana menor quien prefirió morderse los labios y voltear la mirada hacia otro punto, no iba a desistir ante una imagen vulnerable que su mayor le brindaba.
Un tembloroso suspiros abandono sus labios tras unos largos segundos en silencio mientras pensaba, si, se sentía miserable al causar miedo en Athanasia y realmente no sabía cómo solucionar las cosas, pero algo estaba claro; ella no se equivocaba en su enojo— Athanasia. —llamo mientras apegaba al adorable felino quien continuaba enseñando los colmillos hacia la rubia mayor –por pocas horas– sabiendo por completo el sentir de su propia creadora y ama— De ahora en adelante, será mejor que no nos volvamos a reunir, el tiempo para reunirnos será reducido. —dictamino recibiendo aún una mirada aterrada sobre la mayor, pero ahora tenía notable angustia en esos orbes.
—¡Ah! Pero papá... —intento hacerle cambiar de opinión, pero había escogido la persona equivocada a quien nombrar en presencia suya.
La mirada colérica más el paso amenazador que dió provoco un total sobresalto en la primera princesa, quien retrocedió cayendo al suelo— ¡Ese hombre no merece ser llamado padre! —le interrumpió en un grito furioso respirando algo agitada y fuera de lo común— ¿Se te ha olvidado quien nos separo siendo recién nacidas? —cuestiono rudamente viendo cómo aquella rubia temblaba en sueño, incluso la criatura intentaba esconderse manteniendo cabeza gacha— ¿Quien se olvidado que existía, dejándote a tu suerte en un palacio? Por cierto, el cuál estaba cayéndose a pedazos. —le recordó con venenosa ironía, se estaba asegurando en recordarle tanto a su hermana como a ella misma.
Todas esas palabras las utilizaba también para intentar poner una barrera que le impidiera volver a titubear frente al rubio, si, patéticamente e de forma inconsciente ya estaba acostumbrándose a la presencia del rubio, eso le aterraba, era un endemoniado error suyo, ¿Como su propio corazón oscurecido podría añorar lo que nunca pudo recibir?— ¡Princesa Amare! —un grito llamándole le hizo volver a recobrar compostura, pero aún estando alterada e una respiración errática observo a Athanasia, el destello de tristeza en sus orbes hizo enmudecer a la mayor de las hermanas.
