Joaquín es un omega que está a punto de casarse con Andrés, un hermoso Alfa hijo del dueño del bufete de abogados más famoso de la CDMX, tras las locuras de su rubio amigo y diciéndole que éste necesitaba una despedida de soltero, terminará conocien...
Tal y cómo lo dijo Joaquín, Andrés estaba de viaje, él volverá justo un día antes de la boda que es dentro de 1 semana.
Mañana será sábado y Niko está entusiasmado con los preparativos de la despedida, aparentemente más que Joaquín.
"No hay que decirles a tus padres" ha dicho el rubio, el ojimiel sabe que tiene razón. Su madre, seguro le hubiera prohibido hacer una locura cómo ésta.
Mamá dice que no debemos hacer cosas a espaldas de nuestro Alfa, respetar el lazo que nos une y no decir mentiras.
A la mierda las mentiras, si Andrés podía irse de viaje y no ayudarlo con los preparativos de la boda, él haría ésto con toda la razón.
"Y bien sería Diego, Jason, Polo, Meison, Patrick, Scott, Matt, Emily, Camila, Steven y Frank" Un pequeño grupo de omegas y betas que estaban invitados.
Si con justa razón no iban a invitar a Alfas.
Cualquiera podría caer en celo y todo se complicaría.
Niko ha comprado serpentinas, globos y juguetes extraños con forma de un miembro, Joaquín se asusta tan sólo de verlos.
Su amigo se carcajea diciendo que es un pobre omega inocente.
Joaquín tal vez lo era.
Mamá decía, los omegas deben llegar castos y puros al matrimonio.
Pero no se hace una idea de llegar a eso con Andrés y tal vez eso sería una señal más que no debe ignorar.
Joaquín sólo ignora aquel pensamiento tortuoso de su cabeza.
En su lugar vé aquel gran pastel con fondant rojo, que en la parte superior de la esquina tenía un muñeco con el torso desnudo, todo ésto atado en un moño negro grande.
El ojimiel frunce el ceño, tal vez sea otra estúpida broma de su amigo.
Ó tal vez no...
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