Joaquín es un omega que está a punto de casarse con Andrés, un hermoso Alfa hijo del dueño del bufete de abogados más famoso de la CDMX, tras las locuras de su rubio amigo y diciéndole que éste necesitaba una despedida de soltero, terminará conocien...
Las personas que son malas desde sus huesos siempre lo serán, no importa lo mucho que se esfuercen en ser buenos en el proceso, al final siempre les domina su naturaleza.
Vanessa miraba a Joaquín con odio y resentimiento, el ojimiel no sabía porqué su madre parecía alguien distinta desde que su boda se canceló.
"¿Qué quieres?" Joaquín sabía porqué había ido a visitar a sus padres, tenía una razón así que, sintió dolor cuándo aquella mujer recitó esas palabras.
"Mamá..." La voz de el omega sonaba débil, quería evitar romperse ante su madre.
"Dejé de ser tu madre desde el día en que aceptaste a ese Alfa mediocre" Joaquín venía por respuestas a algo que le ha estado comiendo la cabeza los últimos días, pero no imaginó que Vanessa reaccionaría así.
"Por favor, necesito respuestas. Tú eras la encargada de hacerme llegar los supresores" Mala idea mentirle al que sería tu futuro Alfa y Joaquín lo había hecho.
No solo era una visita a sus padres, era un reclamo interno de sus consecuencias.
"¿Así que piensas que algo le pasó a tus supresores?" La mujer rodó los ojos, mientras se metía una uva en la boca. "Le dije a Uberto y él me apoyó"
"¿Debes estar bromeando?" Pero Vanessa negó con la cabeza riendo.
"Sabes el plan era simple, cuándo tuvieras tu luna de miel, Andrés te pondría un hijo enseguida. Hicimos todo ésto para que el cachorro que tuvieras fuera un Alfa. Futuro dueño de la gloriosa empresa de Nathan Vázquez"
Joaquín se sintió mareado, sus propios padres le habían lanzado hacía el mar con la intención de pescar el pez más gordo.
"Son unos monstruos" exclamó con sus ojos llenándose de lágrimas.
"Piensa lo que quieras cariño, pero tú sólo arruinarte ésto" Joaquín quería huir, pero Vanessa no lo dejaría hasta soltar todo su veneno "Tú crees que aquel Alfa te hubiera visto sin ese bastardo que llevas en tu vientre. Por favor Joaquín, sólo está contigo porque Juan espera lo mismo que nosotros, un heredero. Es lo único bueno para lo que sirves"
No pudieron haberlo engañado así, tan sólo no.
¿Entonces que le quedaba?
Tal vez Vanessa tenía razón, Emilio sólo buscaba morderlo para no perder al cachorro y luego ¿que? Se volvería frío y distante porque no lo quería de verdad. Les uniría un cachorro, pero nada más. Juan tendría a su heredero y Joaquín viviría una vida de mentira.
"Todavía estás a tiempo cariño, ese bastardo no sobrevivirá después del cuarto mes y te falta poco para acabar con tu martirio personal"
Pero lo que más hacía a una persona mala demostrar su naturaleza, era el poder de sus mortíferas palabras para acabar hasta el último grano de felicidad y sentirse satisfecho con el resultado.
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