Joaquín es un omega que está a punto de casarse con Andrés, un hermoso Alfa hijo del dueño del bufete de abogados más famoso de la CDMX, tras las locuras de su rubio amigo y diciéndole que éste necesitaba una despedida de soltero, terminará conocien...
"¿Sigues sin creerme?" Joaquín debía de admitirlo. Todo ésto parecía un cuento de terror.
"No pueden hacerme eso, al menos no Uberto" dijo el ojimiel "¿Emilio lo sabe?"
"No y es mejor que no se entere" Juan estaba con el rostro serio "Emilio querrá hacer todo lo posible por acabar con ésto, pero las cosas no son fáciles omega, ya no se trata de simple dinero"
"¿Porqué dice eso?" Preguntó Joaquín aún acariciando su pequeña barriguita.
"Vanessa te dijo que te dieron pastillas para que el cachorro fuera Alfa y si eso no pasa..." El omega sintió un escalofrió.
"No hable más" Joaquín se negó a escuchar otra palabra.
"Sabes pensé que eras un omega interesado, que te habías embarazado de Emilio para obtener mi dinero"
"El dinero es lo que menos me importa"
"Luego ví a Emilio alimentarte, depositar toda su atencion en tí y pensé que tendría un buen futuro contigo" Joaquín tragó saliva, su Alfa le debe estar esperando y él no podía irse.
"Emilio me está esperando" susurró Joaquín "El cachorro corre peligro"
"Joaquín sigues sin entenderlo ¿verdad? tarde ó temprano Nathan cobrará su deuda" El omega comenzó a temblar porque no entendía nada.
" Pero usted le ofreció ser socio de su bufete a Andrés" dijo Joaquín frunciendo el ceño. " Cómo sé que no lo sabía antes"
"Lo único que quería es salvar a mi nieto ó nieta" Juan dejó sus gafas en el escritorio " Andrés era alguien respetable para mí, cómo el hijo que nunca tuve, no pensé que andaba en los mismos pasos que su padre"
"Emilio es también un Alfa admirable" gruñó Joaquín, Juan sólo dió una carcajada "¿Porqué se ríe?"
"Te dejó y lo defiendes"
Joaquín no lo había pensado así, tal vez en su interior no quiso admitir que se sintió mal cuándo el Alfa le abandonó. Pero Emilio había regresado y cambiado bastante. No tenía quejas ahora.
"Es su hijo, lo mínimo que tendría por él es un poco de cariño" Juan seguía sonriendo. Se levantó de su asiento y luego agarró una carpeta.
"Siempre vigilan tus pasos omega, siempre" Joaquín observó la carpeta con fotografías de él. Saliendo del antiguo trabajo, cuándo Niko iba a recogerlo, fotos de la entrada de su departamento, en el hospital con Emilio. Para su buena suerte siempre iba acompañado.
Y entonces por fin lo entendió no iban a dejarlo en paz. No hasta que hayan cobrado su deuda.
No estaba dispuesto a dejar que Emilio y Juan pagaran los errores de su padre. No quería que su Alfa volviera a ver sus sueños truncados por actos que no cometió. Y lo más importante no quería vivir con miedo de que un día tanto él y su cachorro fueran capturados por la fuerza.
"¿Qué tengo que hacer?" Preguntó con un nudo en su garganta.
"Dejar a Emilio" Joaquín abrió la boca para protestar, pero Juan continuó hablando "Por ahora"
Ó hasta que consiga las pruebas necesarias.
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