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Ana tenia las mejillas llenas de dulces y Ben no podía evitar sentirse tentado por la dulzura de sus labios.

Ella hablaba mientras metía gomitas a su boca.

Ben no podía impedir mirarla embobado. Todo su viaje fue así.

Sus manos juntas y la melodía de su voz.

Su humor no había sido más que terrible durante toda esa semana, como siempre que su compañía le faltaba. Melancólico y deprimente. Se había embarcado en actividades manuales solo para mantener su cabeza en otro lado.

Y ahora solo sentía paz.

La sonrisa era ligera en sus labios.

- Parece que estamos por llegar –

Un amplio camino de arboles altos le daban la bienvenida a una estructura muy parecida a una alta cabaña de troncos. Era un paisaje hermoso. Había arboles y plantas esparcidos por todos lados, un amplio parque de juegos de campo. El micro se detuvo y Ben distingo un amplio muelle hacia una gigantesca laguna rodeado por todos lados bosque.

Ben vio bajar a Javier y detrás de el corrió a empujones con un grupo de muchachos, Sara se fue a la par riendo a todo pulmón con otro grupo de chicas.

- Vamos Ana o este año nos ganaran las camas –

- Voy en seguida, bajen primero vamos detrás de ustedes –

Ana intento moverse, pero Ben sujeto su mano con fuerza y la retuvo en su lugar

Había entrado en pánico y puso su peor cara de amigos. No sabia que iba a encontrar, hasta ese punto desconocido su único lugar seguro era ella. Sus ojos se atraparon entre sí. Ana hizo una mueca intranquila, pero no dijo nada analizando la situación en silencio. Ya casi nadie quedaba dentro del micro.

- Ben tenemos que bajar –

- No voy a soltarte –

- En cierto punto tendrás que hacerlo –

- No voy a soltarte ahora –

- Ben esto me da mucha vergüenza –

Ben tiro de su mano y la acerco a su rostro para que leyera en sus ojos la decisión final.

- Por el amor de dios – exasperada Ana revoleo los ojos – Bien tu ganas, podemos ir de la mano, aunque eso signifique que voy a pasar mucha vergüenza. Pero tu cargaras los bolsos – señalo cediendo.

Ben no dijo nada solo asintió y por fin se levanto de su lugar. Acomodo su propia mochila en su espalda sin dejarle vía libre para que escapara, una vez listo. Tomo el brillante bolso de Ana en su hombro y exigió su mano de regreso.

Los ojos de Ana no daban crédito a todo lo que pasaba delante ella. Suspiro y sin más dramas le tendió su mano, el guio su paso guardando la presencia brillante de ella detrás suyo.

La bienvenida del espacio verde lo recibió con un fresco aroma a naturaleza. El cielo era celeste puro sin nubes que interrumpieran y el brillante sol tibio que acariciaba la piel.

Efectivamente fueron el centro de atención apenas pisaron el suelo.

Una muchacha de sonrisa forzada se les acerco con una lista en la mano y los ojos grandes llenos de preguntas. Miro primero a Ben, la chica era baja tenía que alzar la cabeza para mirarlo directamente a los ojos. Luego dirigió su mirada a sus manos sujetas, paso al bolso brillante colgado en su hombro y por ultimo al rostro avergonzado de Ana.

Siguiendo Tu Bella SonrisaWhere stories live. Discover now