-¿Ves a la luna, y a esa estrella a su lado?
-Sí...
-Somos nosotros, en donde tú, eres la luna...
-¿Por qué?
-Porque eres mi planeta más hermoso
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Asustado sería una palabra demasiado corta para describir la sensación de angustia que estaba sintiendo en ese preciso instante. El miedo y el pánico le estaban carcomiendo por completo, desde dentro hacia afuera y viceversa. No era nada agradable el hecho de tener que lidiar con un problema tan enorme como el que estaba teniendo en ese momento. Todo a su alrededor era borroso, y no precisamente por haber bebido un poco o porque se sintiera mareado, sino por el terror de no poder encontrar al menor de cabello café.
¿Qué se supone que haría ahora si no lo encontraba?
Pasara lo que pasara, estaba seguro de que Sihyoung lo mataría
—¡Jackson! —levantó la voz, haciendo que el mencionado lo volteara a ver de mala forma.
Poco le importaba si su compañero de trabajo lo veía así, él solo quería encontrar a Jongho.
—¿Has visto a un chico de baja estatura, con cabello... café y cuerpo rellenito? —preguntó el peliazul con seriedad.
—Varios chicos vienen a la barra, no es como que pueda recordarlos a todos —respondió tajante.
—Deja de hacerte el chistoso, y dime, ¿Lo viste o no?
—Puede ser —dijo, evadiendo la nueva pregunta, mientras limpiaba una copa y la veía con indiferencia. —Deberías decirle a ese chico inútil que sus bromas no son bienvenidas en este lugar —habló. Jackson sopló la copa y sonrió de lado, para luego añadir: —Puede que cierto chico pelicafé se haya ido a la calle, mira que a esta hora hay mucha gente mala merodeando el lugar en busca de jóvenes dulces y tiernos como él —aseguró como si no tuviese importancia.
—Imbécil, ¿Te crees muy gracioso? La verdad no entiendo porqué Taehyung contrató a una persona tan corriente como tú —reprochó.
Dio media vuelta y salió del club, por lo que había logrado entender, Jongho se había ido solo, pero... ¿A dónde? No sabía qué hacer. Subió a su auto y fue a buscar en algunos lugares cercanos al club, los cuales no eran muchos.
Primero buscó en un restaurante, no era tan grande, por lo que le fue fácil observar todo el sitio, sin éxito alguno. Cómo segunda opción estaba una tienda de ropa y otra de comida, y como la primera vez, no obtuvo nada de buena suerte, estaba desesperado, tanto que estaba a punto de entrar en pánico. Luego de estar buscando al menor por unas, casi, tres horas, comenzaba a hacerse la idea de que algo malo le había ocurrido; se sentía culpable por haberle pedido que lo acompañara, lo sucedido se pudo evitar fácilmente.
No le quedaba otra opción, tenía que decirle al amigo de Jongho y aceptar las consecuencias, él no podía solo, no era nada sencillo intentar hayar a una persona en una ciudad, pero, ahora que lo pensaba...
