LLUVIA EN SATURNO

#016: errores que te persiguen 人 seraphic

☄️

Aliens D.

Rebusqué información sobre de dónde me suena. Al igual que una información que aprendes un día en la escuela y si no lo repasas, olvidas por completo el concepto nuevo, esta revelación se siente igual.

Volví a verlo y él se mantuvo firme, reconociendo mi presencia.

Por un instante, consideré adentrarme en un montón de temas con respecto a los de su nivel, pero pronto me acordé de algo más relevante para mí.

一¿Estás segura que puedes mantenerte en pie? 一se inclinó un poco, inspeccionando mis piernas y balance.

Admito que no estoy en mis mejores condiciones y que en definitiva debería irme a reposar en algún sitio, que atiendan mis heridas, mas mi mente no puede soltar la visión de un Jeongin, o un Lix, en peores condiciones que yo y en sus últimos momentos de vida.

一Ayúdame a buscar a alguien.

一Señorita, yo tengo que 一señaló hacia sus compañeros que aún estaban rescatando a otras víctimas, para luego resignarse一. Está bien, le acompañaré. ¿Descríbame cómo se ve al que busca?

Me abrí paso entre la multitud, ignorando los tambaleos que interceptan mi caminar, la piel magullada y con ardor.

一Uno tiene pecas y es rubio y mide como un 168, ¿creo? No es demasiado alto 一no ha de ser muy difícil para este tal Changbin mantenerme el paso, no tengo el vigor suficiente para correr más rápido. Paré de correr cuando llegamos a la estación de naves, sentí incluso terror al imaginarme lo que me podría encontrar al entrar.

O si no encuentro nada.

Estaba por entrar, hasta que la presencia de un muy familiar exgeneral de Saturno se interpuso frente a mí.

一Estás viva 一Chan anunció lo obvio.

一Chan, ¿has visto a Felix? ¿O a Jeongin? 一lo cogí de sus hombros y lo agité一¿Ambos?

一Felix vi que lo estaban llevando al centro hospitalario. Estaba desmayado, sin embargo. No creo que puedas hablarle muy pronto.

一Por favor ayúdame a buscar a Jeongin 一le pedí a la par que me encaminaba hacia la estación de naves.

Mi plan fue frustrado por el mismísimo Saturnino, quien me detiene con una mano en mi brazo.

一¿Así como estás? Mejor ve a descansar y te atiendan las heridas.

一Pero, Chan, yo一

Pasó su pulgar por mi pómulo y siseé adolorida, recordando la sangre acídica que cayó ahí.

一Vete ya si no quieres que el virus avance más 一negó con la cabeza, preocupado y observó a Changbin, quien pacientemente esperaba一. Llévala y por nada del mundo dejes que se desvíe.

一Uh, ¿entendido? 一pobre Changbin, seguro no conoce de nada a Chan. Tantos años de estar en un rango importante le habrá malacostumbrado a creer todos están bajo su mando.

一¡No, yo tengo que ver que Jeongin esté bien! 一me resistí y jaloneé contra el nuevo alíen, quien situó su mano en mi frente y de pronto mi cuerpo regresó a su estado deteriorado y exhausto, hasta quedar inconsciente.

"Ese maldito" fue lo primero que pensé cuando abrí los ojos, quién sabe cuánto tiempo después de haberme desmayado. Estreché la sábana en mi puño y me senté, para nada sorprendida del lugar en el que he despertado. Examiné mis extremidades y torso, en donde había graves heridas de la última vez; mi rostro no puedo verlo, pero pude sentirlo, uno que otro relieve en él. Seguro hay cicatrices.

Mi pesadumbre parte del hecho de que desconozco el paradero de Jeongin一bueno, y de Felix, mi conciencia descansa más con el hecho de que me informaron que él estaba siendo atendido, ¿pero Jeongin? Una parte de mí me intenta consolar diciendo que Jeongin sabe defenderse, que seguro halló una salida o que se escondió hasta que lo rescataran.

La puerta se abrió, Chan entrando con pasos firmes y tranquilos hacia mí. Se paró al lado mío y no tuve ni que hacerle saber qué era lo que quería preguntar.

一Ambos están bien y descansando como tú 一se sentó en una silla que había cerca, la arrastró más pegado a la cama一. Tuviste suerte de que fuiste atendida a tiempo, cuando obligué a que te llevaran. Gracias a esos vitales segundos.

一No creas que me he olvidado de que sigues sin darme las gracias por haberte protegido aquella vez en la nave.

一Considero que estamos a mano 一sonrió amigable y no pude evitar contagiarme con su brillante humor. Es necesitado luego del estrés por el que he pasado estos últimos meses. De a poco, ese mismo semblante fresco se fue, reemplazado por seriedad一. Hay algo importante que debes saber, no obstante. Gracias a los alíenes D, los Sempiternos están controlados, pero...

Como si hubiese estado esperando a la ocasión ideal, una segunda persona entró a este pequeño cuarto de hospital. Esos ojos verdes y cabello castaño claro, pese a haberlo conocido por unos minutos, me resultó familiar en un santiamén.

一¿Qué haces aquí? 一inconscientemente, me aislé en una esquina de la camilla. Puede que sus intenciones iniciales hayan sido nobles, pero no puedo ignorar la instante desconfianza que me produce. Es más, ¿cómo puede estar Chan tan tranquilo con él?

一¿Me recuerdas? Deberías, después de todo, te saqué de la garganta del alíen F 一habló con el tono que uno usaría para un amigo de toda la vida, incluso su lenguaje corporal proyecta serenidad y confianza.

一Ah, claro. Gracias 一agradecí por obligación. Sería un agradecimiento más sincero, si no fuera que no me gusta por dónde está yendo el tema.

一Estuve esperando mucho tiempo para esto, tan pronto el rastreador mi indicó tu ubicación, tuve que intervenir. No te podía permitir morir aún一hizo una pausa, permitiéndome procesar lo que quería declarar一. Dado a que eres la única descendiente viva del criminal fugitivo Eslier, estás condenada a pagar por su sentencia.

Antes que todo, ¿quién demonios es "Eslier"? Segundo, cómo que tengo que pagar una condena, encima por un crimen que no he cometido, a lo que me lleva a la siguiente pregunta一

一¿Qué crimen cometió?

Activó su AEI y una pantalla intangible se proyectó en el aire, desplegando la foto de un señor que en mi vida he visto, con información sobre los supuestos crímenes que perpetró.

一Escapó de Venus durante un régimen que desesperadamente acudía a la ayuda de los habitantes, escapar del planeta era considerado un delito grave. Se sospecha que el escape de Eslier fue de último minuto y mal planeado, ya que simplemente pudo viajar una distancia insuficiente 一enumeró punto por punto, casi sin tomar espacio para respirar, era como si una computadora lo estuviera leyendo一. Acabó en la Tierra y se mezcló con los humanos para pasar desapercibido. Procreó y por lo visto, eres la única de esos hijos que están vivos.

Entre el bombardeo de información y creciente lío en mi cabeza, ni un momento separé mi vista de la foto del señor en la pantalla.

A ese hombre lo he visto en fotos de la familia.