ELLA
Había llegado el verano, ¡Por fin éramos libres de la prepa! Para ayudar a mis padres durante las vacaciones me dispuse a buscar un empleo temporal, así podría ganar mi propio dinero y no les pediría a mis padres. Alex había conseguido el empleo en la tienda de motocicletas del centro comercial, casi no nos vemos desde el día del fin de curso ya que con su nuevo trabajo y con la presión de hacer el examen de admisión a la universidad se la pasa con la nariz en los libros estudiando. Irene al igual que yo buscaba trabajo, no porque lo necesitara si no porque con el drama que armo Ricky en la fiesta de fin de curso sus padres lo castigaron así que Irene prefiere estar fuera de casa para no soportar al odioso de su hermano.
—¡Elizabeth, Irene está aquí! –mi padre grito desde la sala, me levante de la cama, apague mi laptop y salí de mi habitación.
—¿Lista? –hablo Irene al verme y yo asentí, tome mi bolso de la mesa y camine hacia ella.
—Alto ahí, ¿A dónde van? –mi padre dejo la revista que leía a un lado, nos miraba con una ceja levantada.
—Tenemos una entrevista de trabajo en la heladería del centro comercial ¿No te lo dijo mama? –se quitó los lentes y se levantó del sillón– No me lo dijo, pero vamos yo las llevo.
—No se preocupe señor, Ricky nos llevara –voltee por la ventana que daba hasta la calle y efectivamente ahí se encontraba parado recargado en su jeep.
—¿No se suponía que estaba castigado y que Daniel nos llevaría? –fruncí el ceño, ya que lo último que quería era verlo, es un idiota.
—Elizabeth no importa si está castigado o quien las lleve, solo quiero saber si él las va a traer de regreso si no para yo pasar por ustedes.
—Sí señor, no se preocupe, ahora Ricky es mi esclavo, si no sale conmigo no puede salir, sigue castigado –mi padre rio un poco y se volvió a sentar en su sillón– Daniel no pudo venir– me susurro Irene.
—Muy bien, cualquier cosa me llaman, la ciudad últimamente es muy peligrosa, así que vayan con cuidado niñas.
—Si papa, no te preocupes –le di un beso en la mejilla y salimos de casa.
—¡Hola Elizabeth! –Ricky se me acerco para darme un abrazo y lo ignore– Sí que gusto verte –hablo en el aire y subió para ponerse a conducir, no puede pretender que nada paso, si antes me caía mal, ahora es mucho peor, es como tener una mosca en la sopa.
[De Matt: Hola bonita, te extraño mucho ☹. recibido a las 11:00am]
[Yo también te extraño ☹ enviado a las 11:02am]
Aun no cambiaba el nombre con el que lo tenía registrado en mi teléfono, se me hacía demasiado extraño cambiarlo después de todo el tiempo que hablamos como Matt y Fabiola, toda esa aventura de conocernos fue genial así que lo deje igual en mis contactos, aun sentía esas mariposas en el estómago cuando recibía la notificación de WhatsApp al ver que el mensaje se trataba de él.
Ya quería llegar al centro comercial ya que a Alex no sabía sobre el empleo en la heladería y era una oportunidad para poder verlo en su trabajo.
Después de unos minutos Ricky por fin llego al centro comercial, se estaciono e Irene y yo bajamos casi corriendo ya que era tarde para la cita de la entrevista.
—¡Nos alcanzas hermano! –grito Irene antes de alejarnos más de Ricky, subimos por las escaleras corriendo, parecía que hacíamos algún maratón, las personas nos observaban, los de seguridad en repetidas veces nos gritaron que no corriéramos, pero faltaba solo un minuto para llegar así que los ignorábamos y seguíamos. Pasamos corriendo por la tienda de refacciones de motos y yo automáticamente voltee para ver si lograba verlo unos segundos casi me fracture el cuello al olvidar que no gira 360 grados, pero no, para mi mala suerte no estaba a la vista, continuamos en nuestra carrera contra el tiempo y por fin llegamos al mostrador ahogándonos.
