Capítulo 23.-

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Ella

Casi era la hora de cerrar la heladería, tenía la esperanza de que Alex apareciera de último momento, no sé por qué razón me sentía decepcionada, aunque yo era cociente que no estaba en sus manos que la camioneta fallara.

—¿Listo? — se acercó Lucas, dándome mi sueldo de la semana

—Sí, gracias— tome el dinero de su mano para irme a casa— nos vemos el lunes.

—Elizabeth espera…— me alcanzo— ¿te acompaño a casa?

—Estoy bien, no te preocupes por mí…

—Insisto, Alex no vendrá, él ya hubiera llegado si fuera así… No me gustaría que fueras sola a estas horas de la noche.

—Ok, vamos— cerró rápidamente las puertas del local y salimos juntos de la plaza

—Olvide agradecerte.

—¿Agradecerme?— Lo miré confundida.

—Ayer me mandaste solicitud en Facebook — fruncí el ceño, se me hizo extraño, pero no le di importancia, tal vez lo hice por equivocación. — y también te quería agradecer por no dejar trabajo.

— Prefiero trabajar que estar en mi casa viendo la cara de mi padre todo el día. — reímos juntos— Lucas, ¿puedo preguntarte algo?

—Dime…

—Olvídalo — sonreí y baje la mirada.

—Ahora me dices, no me dejarás con la intriga.

—Mi amiga Andrea y su novio tienen conflictos — me miraba atento.

—¿Qué tipo de conflictos? — metió sus manos a sus bolsillos

— De… Confianza, a ella le dijeron que su novio tenía novia cuando comenzó a salir con el ahora no sabe cómo tomarlo, no sabe si es verdad y está muy confundida y triste, por qué está cambiando la relación tan bonita que lleva con su novio, y pues me pidió un concejo, pero no sé qué decirle.

—Cualquier relación tiene problemas, dile a tu amiga que lo hable con su pareja para que puedan resolverlo y si no pueden, es mejor salir a tiempo de una relación que puede terminal mal— me miró fijamente— bueno ese sería lo que yo le aconsejaría, no soy experto en el amor pero… Hago el intento.

—Gracias por el concejo, se lo haré llegar.

—¿Y tú?

—¿Cómo vas con Alex?

—Bien, creí que me resultaría difícil estar lejos de él, pero creo que lo estoy manejando bien — mentí, no me gustaría ponerme a llorar y contarle mis penas a Lucas.

— Mira — apunto hasta un pequeño puesto de churros— ¿Cómo quehacer hambre?

—Estoy bien, ve tú, te espero— Lucas cruzo la calle para llegar al puesto, mi teléfono sonó y lo saqué de mi bolsillo, era un mensaje de Alex.

[Alex: Te extraño, siento mucho no haber podido llegar, perdón recibido 10:00 pm]

Me disponía a contestarle cuando se me acercó Lucas y me entrego uno de los churros.

—Gracias, no debiste molestarte — seguimos caminando mientras comíamos.

—¿Has pensado alguna vez en terminar tu relación? — negué con la cabeza rápidamente.

—Sabes Alex y yo nos conocimos de la manera más extraña que puede haber y luchamos contra algunos problemas en el camino para estar juntos, no eran problemas grandes, pero siento que hemos luchado por nuestra relación tanto, que el solo pensar en terminar me hace sentir mal.— su mirada era confusa, pero trataba de entender lo que le decía— ¿Y qué hay de ti? Casi no conozco nada de ti, solo lo básico.

—¿Lo básico? — soltó una risa

—Si, tu nombre, que tu mamá es dueña de la heladería, eres universitario y creo que es todo.— llegamos a la puerta de mi casa y nos quedamos platicando afuera.

—No hay nada interesante aparte de eso, no salgo mucho, no tengo novia, tengo pocos amigos incluyéndote, no me gustan las fresas, no tengo mascotas, mi padre siempre está viajando… Creo que es todo lo que te puedo decir de mí.— se encogió de hombros.

—¿No tienes novia? — negó con la cabeza— eso ni tú te lo crees.

—Lo juro, estoy soltero y codiciado — reímos juntos.

—Bueno, nos vemos el lunes, gracias por el churro Lucas.— Subí un par de escalones en la entrada y me tomo del brazo para detenerme —¿Qué pasa?

—Espera, tengo algo para ti— saco una rosa roja de la manga de su camisa y me la ofreció.

—Gracias — la tome e instintivamente la olfatee — contigo si aplica el “tienes trucos bajo la mang…” — de un segundo a otro se acercó a mí y me robó un pequeño beso de los labios, me moví rápidamente hacia atrás y, lleve mi mano los labios como si tratara de ocultar lo que acababa de suceder — Lucas, esto no… No está bien.

—Lo sé y lo siento, no sé por qué lo hice… Soy un idiota— hablaba nervioso— de verdad lo siento Liz— se dio media vuelta y se marchó, yo me quedé ahí un momento, tratando de procesar lo que acababa de pasar.





Anónima 2 Where stories live. Discover now