Capítulo 25.-

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Ella

Los toquidos en la puerta de mi casa me despertaron, abrí los ojos y vi el reloj que está en el buró a un costado de mi cama, aún era muy temprano, escuché a mi madre abrir la puerta así que volví a cerrar los ojos hasta que entraron de golpe a mi habitación.

—¡Elizabeth, me puedes explicar que significa esto!— abrí los ojos de nuevo y me encontré con Andrea tratando de mostrarme algo de su teléfono.

—¿Qué haces aquí? Se supone que estás de viaje y es domingo — me subí la sábana hasta la cabeza, pero ella se acercó y la jaló fuerte— Andrea, ¿Qué te pasa?

—Quiero explicaciones nada más, dame contexto de tu publicación de anoche — me arrojó el teléfono.

—Auch, ¿Qué publicación de que hablas?— tome el teléfono y vi la pantalla, el sueño que tenía se desvaneció en segundos — yo no publique esto.—Tome mi teléfono y revise mi perfil— ¿Qué es esto? Vi la publicación había fotos de Lucas y yo anoche mientras me acompañaba a mi casa.

—Si vas a cambiar de novio, por lo menos avísame, creí que estabas superenamorada de Alex y en cima lo etiquetaste— me seguía regañando— no creí que fueras ese tipo de persona…

—¡Andrea basta! Yo no lo hice, te lo juro, Alex de seguro vio esto, por eso no me ha llamado desde anoche— comencé a buscar el número de Alex en mis contactos, por los nervios y estrés del momento no lo lograba encontrar.

—¿Tampoco besaste a Lucas? — me quedé congelada ante su pregunta

—Eso… Él me besó yo no quería…—elimine la publicación rápidamente y cambie mi contraseña.

—Préstame tu teléfono— se lo entregué, se sentó a mi lado y comenzó a meterse a mis configuraciones.

—¿Qué haces?— me senté junto a ella

—Voy a ver qué dispositivos están conectados a tu cuenta— entro al ajuste y comenzamos a ver algunos dispositivos, mi laptop, mi tableta y mi teléfono, pero había uno, que estuvo conectado a la hora que hicieron la publicación.

—Sé quién lo hizo— me levanté de la cama, me vestí y salí de casa con Andrea tras de mí.

—¿A dónde vamos?

—¿Con quién crees? Esto no lo voy a dejar pasar, ella piensa que soy estúpida, Irene es la única persona que se sabe mis contraseñas “por si un día la olvidaba”

—Espera un segundo— me detuvo— ella lo va a negar, conozco a Irene y se va a hacer la víctima, tengo un plan mucho mejor, hay que fingir que no paso nada y ella sola se descubrirá, solo finge demencia.

— ¿Crees que sea lo mejor? — me abrazo

— opino que antes de enfrentar a Irene tienes que hablar con Alex, vamos a tu casa a qué me invites el desayuno y a qué te vistas decentemente, pareces vagabundo — soltó una risita al verme, volvimos a mi casa y me senté en el borde dela cama viendo el número de Alex en la pantalla de mi celular, no tenía el valor de llamarlo.

*Llamada entrante Alex*

Sin pensarlo, arroje el teléfono a la cama para después rápidamente tomarlo y contestar con los nervios de punta.

—Hola… — dije con la voz un poco temblorosa, sentía un nudo en la garganta y ganas de llorar.

—Elizabeth podemos hablar— dijo serio, hoy no me dijo “hola bonita” como de costumbre

—Alex, yo no…

—Preferiría que fuera en persona, te espero en el parque que está cerca de tu casa.

—¿Viniste a la ciudad? — ¿Por qué no me avisó? Creo que esto está más mal de lo que párese.

—Sí, entonces ahí te espero.

—Está bien llegó en 5 minutos.— colgó el teléfono.

—¿Todo bien? — pregunto Andrea, preocupada al ver mi cara.

—Voy a salir, resulta que Alex está en la ciudad — comencé a buscar ropa en mi armario— deséame suerte— seguía rebuscando entre mi ropa y no encontraba nada que ponerme, sin pensarlo comencé a llorar — Andrea soy una estúpida arruine lo más bonito que tenía, si no hubiera aceptado que Lucas me acompañará nada de esto estuviera pasando.

—Tú no podías saber que alguien los seguía, él lo entenderá — tome unos pantalones de mezclilla y una sudadera, y salí de casa directo al parque, al llegar lo busque con la mirada hasta que lo observé sentado en una de las bancas, me acerque a él a paso lento.

—Hola… Alex— le sonreí.

—Hola… ¿Cómo estás? — me senté junto a él.

—Bien, yo… Me imaginé esto de otra manera— lo miré a los ojos — creí que al vernos después de un par de semanas… — me quedé en silencio, el nudo que se formó en mi garganta no me permitía hablar.— Alex perdón — mis ojos se llenaron de lágrimas y puso su mano sobre la mía — Yo no publique nada, fue Irene compartí contraseñas con ella, por idiota y tengo que conseguir pruebas para que me creas— comencé a hablar muy rápido como si fuera vómito de palabras— lo de Lucas no fue lo que parece…

—Detente— me interrumpió y acaricio mi mejilla — no tienes por qué disculparte — ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? — cambio de tema no entendía qué pasaba— cuando te vi aquella mañana que Daniel chocó el coche del padre de Irene — suspiro— lo único que pude pensar fue que estaba viendo a la mujer más hermosa del mundo — sonrió — después sin planearlo nos fuimos a desayunar…

—Las tortas de perro — reímos juntos — son cosas que jamás olvidaría.

—Elizabeth — su mirada era triste, me evadía en todo momento— creo…— tomo aire y me miró fijamente — creo que nos deberíamos tomar un tiempo.— lo mire fijamente tratando de procesar sus palabras.

—Tiempo… ¿Tiempo para qué? — estaba confundida, realmente estaba molesto conmigo.

— Tiempo para nosotros, para sanar lo que nos hemos hecho.

—Alex no… Podemos hablarlo y no llegar a algo tan extremo— tomé su rostro para que me mirara— prometimos que la distancia no se interpondría entre nosotros.— tomo mis manos que aún sostenían su rostro.

—Elizabeth no es la distancia…

—Si es por lo que pasó con Lucas te prometo que tiene explicación— lo interrumpí tratando desesperadamente de que cambiará de opinión— yo no tiraría a la basura todo el tiempo vivido contigo por alguien más…

— Anoche estuve con una chica— lo soltó sin más — lo miré confundida.

—Está bien, si es tu amiga, no me molesta que salgas con ella…

—Elizabeth— me interrumpió— desperté con ella… en mi cama— ¿Aun así quieres seguir conmigo?

—Alex…— me solté de sus manos, lo observé mientras en mi cabeza se repetía lo que me acababa de decir —¿Por qué? — él se quedó en silencio mirando algún punto en el suelo, respire hondo y me levanté de la banca — ¿Te gusta?

—No me gusta— dijo rápido mirándome con arrepentimiento.

—¿Entonces? — lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, me sentía agobiada por qué en verdad esperaba que Alex me diera alguna explicación, pero él permanecía en silencio— ¿Desde cuándo? Ahora comprendo tus excusas para no venir los fines de semana— se levantó de la banca y trato de tomar mis manos, pero no lo deje.

— Elizabeth no es así… Entre Ana y yo no había nada, solo que anoche…

—¿Ana? La tipa que estaba en tu departamento — lo interrumpí — ahora entiendo todo, ¿Querías tiempo? Pues tomate todo el tiempo que quieras y no me vuelvas a buscar — me di media vuelta y comencé a caminar dejándolo atrás.

Anónima 2 Where stories live. Discover now