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Agitado, Ashtray se despertó bruscamente, había tenido un sueño con con una chica.
En el sueño él era feliz y se sentía completo, estaban jugando y riendo, quizás sintió la felicidad por primera vez, aunque solo fue un sueño.
Un mal sueño.
Por que todo se dio vuelta y esa felicidad terminó en muerte y desilusión.
Ashtray sacudió su cabeza y se levantó de su cama, buscó ropa y fue desorientado hacia el baño. Tenia una sensación de vacío dentro de su pecho, quizás soñar con esa muchacha lo dejó completamente roto, sintió todo tan real que por un momento pensó en llamarla para solo escuchar su voz y percatarse que todo estuviera bien.
Pero no lo hizo.
Se metió al baño y tomó una larga ducha.
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Roma despertó con un olor inmenso de cabeza, la noche anterior había bebido demasiado hasta el punto de llegar a vomitar y casi ahogarse.
Se le levantó de su cama y fue directo a su baño mientras se quitaba la camisa vomitada.
Se miró al espejo y no se reconoció, estaba ojerosa y muy despeinada, tenía cara triste y parecía un cadáver.
Si tan solo su yo de hace unas semanas la viera se moriría...
Luego de bañarse fue hacía su tocador y empezó a maquillarse. La ausencia de Simonett se empezaba a sentir, y eso que solo habían pasado tres semanas desde su pelea.
Limpió su cuarto y dejó todo limpió como si nada hubiera pasado. Miró el reloj y eran las nueve y media de la mañana.
Supuso que sus padres no estaban en casa por el silencio que había en el ambiente.
Ellos usualmente salían por las mañanas hasta la tarde, dejándola en resto del día sola.
Decidió llamar a Rue y preguntarle si podía ir a su casa.
