「caffeine」 bokuaka

55. luz al final del túnel

Despertó cuando oyó la puerta principal del apartamento cerrarse con cuidado. Bokuto buscó su celular entre las frazadas y desbloqueó la pantalla para ver que eran las 6:35 AM. Atsumu acababa de irse al gimnasio sin él, sin avisarle, sin siquiera intentar despertarlo. Aunque sí le dejó un par de mensajes.

MiyaTsumu:

Buenos días! No quise despertarte

Omi dijo que tenías que descansar

Si quieres puedo llevarte un sándwich de ese lugar que te gusta cerca del gimnasio para que desayunes

Bokuto suspiró, dejando a un lado el teléfono. No necesitaba descansar, necesitaba distraerse para sentirse normal otra vez, y hacer ejercicio era la distracción perfecta. Le respondió a su amigo, agradeciéndole el gesto, pero le aclaró que él se prepararía el desayuno, y que no se preocupara por él.

Aunque no fue al gimnasio temprano por la mañana como acostumbraba, tomó una ducha, se vistió y se arregló de todos modos. El entrenamiento de ese día comenzaría en unas cuantas horas más y, de momento, lo único que podía hacer era estar listo y presentable. Cuando salió de la ducha y se miró en el espejo, se sintió un poco más como él mismo. Pensó que un ataque de pánico más o uno menos no lo harían cambiar quién era, y se preguntó si los chicos del equipo pensaban igual.

Se preguntó si así se sintió Kenma luego del incidente en el club nocturno meses atrás. Se preguntó si así se sintió antes de hacerlo.

La vibración de su teléfono lo hizo mirar la pantalla nuevamente, encontrándose con un par de mensajes de Akaashi.

Akaashi. Lo había llamado la noche anterior, embriagado en su propia vulnerabilidad y desesperación. No debió hacerlo, y probablemente no lo hubiera hecho si no se hubiese sentido así de mal. Le dijo que lo extrañaba, y Keiji se lo dijo de vuelta. Se sintió querido cuando Akaashi correspondió a sus sentimientos, aunque el sentimiento solo fuera echarse de menos.

Kaashi:

No hay foto en el gimnasio hoy?

Cómo te sientes?

Bokuto le sonrió a la pantalla. Cuando no podía verlo ni escucharlo, era indescifrable, en especial cuando no estaba usando emoticones para expresarse. Le gustaba pensar que el chico de ojos verdes aún se preocupaba por él.

Bokuto-san:

Lamentablemente no estoy de ánimos para ir al gimnasio

Pero me siento mejor que anoche

Lo siento por molestarte, por cierto

Bokuto observó la pantalla, esperando una respuesta. Sabía perfectamente cómo respondería Akaashi, pero quería sentir lo mismo que la noche anterior.

Kaashi:

No me molestaste para nada, no hay problema!

Para eso están los amigos

Huh. Koutaro maldijo el momento en que se le ocurrió semejante idea. Dolía un montón enfrentar esa realidad, que sólo eran amigos. Aunque, con la cabeza más fría, siempre volvía a la conclusión de que, aunque le dolía ser solo un amigo de ahora en más, prefería eso antes que no ser nada para Akaashi Keiji.

Bokuto-san:

Eres tan dulce Akaashi ♡

Gracias por ser mi amigo

Kaashi:

No hay nada que agradecer!! en serio!

Puedes hablar conmigo de lo que sea