Algo inexplicable

990 128 26
                                    

Capitulo 12

En todo este año he aprendido a conocerme más y se podría decir que nuestra amistad con Yahir creció muchísimo, éramos muy cercanos, pasábamos tiempo juntos contando cosas del instituto, debo admitir que incluso creció mis sentimientos hacia él. Con él podía ser yo misma y ya no tenía miedo a mostrarme tal y como era, lo fría que era deje de serlo, pero a veces volvía, creo que eso es normal ante el proceso. Celebramos los 15 años de Yahir con todos los jóvenes de la iglesia y vaya que fue muy genial.

Todos nosotros éramos un grupo muy unido, no pensé jamás encontrar amigos como ellos, Nataly era una increíble amiga, siempre andábamos juntas a todo lado, Diana siempre estaba ahí para mí, le quería invitar a la iglesia y fue unas dos veces, pero lastimosamente ella vivía muy lejos y no podía venir más.

Con Anthony era lo mismo, siempre me pasaba molestando y diciendo que aún me quería, con Cristian fue algo distinto en todo este tiempo me había pedido perdón por lo que el hizo, y aunque le perdone no podía tener una amistad con él, aunque el si se esforzaba para volver a ser amigos.

La relación con mis padres era casi igual no había cambiado mucho y en el ministerio de danza seguía practicando y amaba danzar para Dios.

Ahora ya tengo 16 años y sigo aprendiendo a conocerme, claro que a esta edad uno llega a sentirse más madura.

—Hola Ester—Iván me saludo muy amable con Michel su esposa.

—Hola—les devolví el saludo muy amable.

—¿Mañana vamos a tocar unas canciones un poco complicadas, podrías decirles a las chicas?, por favor

—Claro no se preocupen yo les aviso.

Llegaron las chicas y nos pusimos a practicar las canciones para mañana, cuando termino el repaso me fui a sentar por que en verdad estaba cansada.

—Si que te has cansado—menciono Yahir sentando al lado mío.

—Si, las canciones de mañana están muy complicadas.

—Pero por lo que me di cuenta eso no es problema para ti.

—Y por lo que yo me di cuenta, tampoco es problemas para ti.

—Bueno si están difícil, pero para eso practico.

—Se ve que te encanta toca la guitarra.

—Si, aunque también quiero aprender a tocar el piano.

—A mí también me gustaría tocar ese instrumento.

—En ese caso déjame aprender y con mucho gusto te enseño.

—Y cuanto me vas a cobras—mencione algo divertida.

—Para ti es gratis—me contesto con esa sonrisa que me encantaba. —Bueno mi querida Ester ya me tengo que ir.

—¿Por qué te vas tan rápido?

—Es que hoy llega mi tía de Suiza y debo ir a visitarla.

—¿Tu tía es de Suiza? —pregunte muy sorprendida.

—Bueno en realidad no es de allá, solo vive en ese país.

—¡Wao! no sabía que tenías familiares en otro país.

—Bueno ahora ya lo sabes mi quería Ter— me acarició la cabeza.

—¿Ter? Y eso.

—Bueno eres Ester y de cariño te voy a decir Ter.

—Es interesante.

—Lo se es el mejor apodo que vas a escuchar en tu vida.

—Si que eres un sabelotodo.

Somos todo lo que sentimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora