Sentía su nariz tapada, su garganta seca y todo su cuerpo cortado. En verdad que se sentía mal y cansado.
Pero no todo era tan malo, claro...
–¿Eddie quiere algo?
Gracias a Venom.
Que desde que supo que su humano estaba enfermo, se dedico a cuidarlo y mimarlo. A tratarlo como si fuera un muñeco de porcelana y a obligarlo a mantenerse en cama.
–Eddie no te levantes.
–Solo quiero ir por agua V –contesta el castaño levantándose lentamente.
Claro que, eso no quita el hecho de que ahora Venom sea muy protector con Eddie...
–No te muevas, yo lo traigo –dice Venom jalando a Eddie devuelta a la cama.
–Venom, no hace falta, en serio que pued-
–Yo lo traigo.
Eddie solo sonríe rendido y asiente, y vuelve a taparse con las cobijas mientras Venom sale del cuarto.
Cuando Venom vuelve, trae consigo un vaso con agua y junto con el, una pastilla.
–Anne dijo que Eddie debe tomar esta pastilla.
–Gracias cariño –responde Eddie tomando las cosas.
Cuando Eddie traga la pastilla, vuelve a acurrucarse más en su cama. Y Venom, quien toma una forma humanoide, se acerca al castaño para estrecharlo en sus brazos.
–No me gusta que Eddie sufra.
–Me recuperaré pronto V.
Venom solo se queda callado y aprieta más a Eddie a su pecho.
–Venom –llama el castaño.
–¿Si, Eddie?
–¿Puedes poner una película?
–¿Quieres ver la de siempre?
Eddie sonríe y asiente. Su simbionte lo conoce tan bien.
Venom, extendiendo su brazo, toma el control para poner la película. Y Eddie se mueve para quedar en una posición más cómoda.
Medio sentado y recargado en el pecho de Venom.
–Venom... –vuelve a llamar Eddie.
–¿Mmm?
–Gracias –murmura el castaño–. Gracias por estar aquí, conmigo, cuidándome siempre.
–No debes agradecer nada Eddie –contesta Venom viendo fijamente al castaño–. Lo hago porque me preocupas.
Eddie lo ve enternecido, y sus mejillas inevitablemente se sonrojan cuando oye lo que dice Venom.
–Lo hago porque te amo.
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