¡HAMBRE!

305 32 9
                                    


Para Eddie, dormir era algo sagrado.

Al caer en la cama y entrar al mundo de los sueños, Eddie se alejaba del mundo terrenal sólo para descansar de la pesadilla que era su vida.

Hasta que llegó Venom...

Y aunque con su llegada, Eddie vivió muchas más aventuras de las que hubiera podido imaginar, y al fin se sintió comprendido y acompañado, el dormir se volvió... un poco más complicado.

-Eddie. Tengo hambre.

-Eddie. Quiero salir.

-Eddie. Chocolate.

-Eddie. Despierta.

Sin duda la vida de Eddie ya no era como antes. Ya no podía levantarse hasta que él quisiera, o simplemente quedarse en cama un poco más. Porque Venom estaba siempre ahí. Despertando al castaño para que cumpliera sus caprichos.

-Eddie...

Y ahí estaba otra vez.

-Venom -murmuró Eddie algo somnoliento-. Solo cinco minutos más.

Por un segundo, el silencio que inundo la habitación le hizo creer a Eddie que tal vez, Venom por una vez en su alienígena vida le había hecho caso.

Por supuesto que eso no pasó.

Lo siguiente que sintió Eddie, fue su rostro impactando con el suelo.

-¡Tengo hambre!

Levantándose del suelo de mal humor, Eddie ya apretaba los puños. Estaba cansado de eso.

Necesitaba ponerle limites a su parásito.

Le gustara o no.

-¡Venom! -grito furioso el castaño-. Una más parásito invasor y juro que...

Eddie solo sintió un cojín impactar su cara.

-¡Hambre!

-¡No!

-¡Hambre!

-¡No me importa!

-¡¡Hambre!!

-Dije, ¡no me importa! Me voy a dormir, y me vale un maldito cacahuete si te mueres de hambre -gritó el castaño mientras volvía a arroparse en su cama-. ¡Yo me voy a morir de sueño!

Eddie estaba decidido a ignorar al extraterrestre, pero entonces sintió algo recorriendo sobre sus piernas, algo que iba subiendo poco a poco.

-¿Q-Qué...? -exclamó nervioso-. ¡Venom!

-Tengo hambre Eddie -la voz grave de Venom inundo toda la habitación, inevitablemente Eddie tembló ante ello-. Y si no me vas a dar de comer, entonces voy a comerte a ti.

-Maldito parásito... -Eddie solo trataba de alejarse lo más que pudiera, haciéndose cada vez más para atrás, hasta que finalmente chocó con la cabecera-. ¡No me toques!

-¡Hambre!

-¡Venom! Ya te dije que... ¡Ah-h!, ¡V-Venom!~

Eddie ya no sabía qué hacer.

O era Venom sin dejarlo dormir.

O sin dejarlo caminar...

O sin dejarlo caminar

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.
Aventuras SymbrockKde žijí příběhy. Začni objevovat