Reunión de Dioses

366 38 3
                                    


Jon.                  

Pero aún nuestra entrada inesperada no había conseguido quitarles la atención a los dioses, en particular solo 2 nos miraron. Artemisa me miro con nerviosismo y Atenea miro su hija.

Sonreí mientras miraba a la chica de pelo rojizo que resaltaba por encima de los demás dioses.

Esta estaba parada a unos metros de los semidioses.

Artemisa me miro con cierta preocupación y hablo.

- Estos mestizos han hecho un gran servicio al Olimpo - Declaro con calma - ¿Alguien de los presentes se atrevería a negarlo? - Pregunto calma.

- He de decir - Intervino Apolo, rompiendo el silencio - Que estos chicos se han portado de maravilla. - Se aclaró la garganta y empezó a recitar - Héroes que ganan laureles... - Comenzó a recitar.

- Sí, de primera clase - Lo interrumpió Hermes, al parecer deseoso de ahorrarse la poesía de Apolo - ¿Todos a favor de que no los desintegremos? - Cuestionó.

- Espera un segundo - Gruñó Ares señaló a Thalia y a Percy - Esos dos son peligrosos. Sería mucho más seguro, ya que los tenemos aquí…

Oh, está reunión se estaba tornando bastante peligrosa.

- Ares - Le cortó Poseidón - Son dignos héroes. Y no vamos a volar en pedazos a mi hijo.

- Ni a mi hija - Apoyo Zeus - Lo ha hecho muy bien - Dijo halagado discretamente a su hija que se avergonzó por el halago.

- También yo estoy orgullosa de mi hija - Dijo con cierta alegría en su voz - Sin embargo, en el caso de los otros dos hay un riesgo de seguridad evidente - Advirtió con calma - Es una desgracia que mi padre Zeus y mi tío Poseidón rompieran su juramento de no tener más hijos. Sólo Hades mantuvo su palabra, cosa que encuentro irónica. Como sabemos por la Gran Profecía, los hijos de los tres dioses mayores (como Thalia y Percy) son peligrosos. Por muy irritable que sea, Ares tiene razón - Declaró su apoyo a Ares en cuanto a su opinión sobre los niños.

- Claro - Hablé con calma - Según la profecía cualquier hijo de alguno de los 3 grandes es peligroso.

Los dioses me miraron con cierta curiosidad y molestia entremezcladas.

- ¿Y tu eres…? - Pregunto la misma Atenea.

Estuve a punto de hablar pero una vocesita me interrumpió.

- Es uno de los semidioses que me ayudó - Dijo Artemisa callandome con rapidez - Jonathan Stark - Me presentó - Pero el no ha de ser peligroso, su padre no es un dios importante - Dijo aunque ella no sabía quién era mi padre.

- No hace falta que hablen por mi - Dije mirándole con cierta molestia aunque la niña entendió le mensaje.

La niña suspiro y se cruzo de brazos molesta.

- Soy Jonathan Stark - Solamente cuando dije eso Artemisa ya se había rendido - Soy el que se encargó de Atlas - Declare llamando la atención de todos los dioses.

- ¿Un simple niño encargándose de un titán? - Se burló Apolo riendo.

Atenea pareció pensárselo más que los demás dioses y guardó silencio por el momento.

- Oh Apolo. ¿No me recuerdas? - Pregunté mientras mis ojos brillaban levemente.

Sonreí y mis colmillos llamaron la atención de más de un dios.

El dios de unos 4 metros se levantó y sus ojos me miraron sorprendidos.

- ¡Eres tú! - Grito con temor y cierta sorpresa.

Resurrección en Percy Jackson Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang