Resurrección en Percy Jackson

Celos

Me levanté de la cama con todo el cuerpo cansado, busque con mi mano a Annie que dormía a mi lado pero no la encontré.

Solamente eso ya me había puesto un poco de malhumor mientras me levantaba cansado.

Salí de la cabaña y note que ya era casi el medio día.

Casi al mismo momento sentí un olor putrefacto que me alerto de la presencia de un hijo de Poseidón, no Percy si no si hermano.

La sola idea me hizo sentir malestar pero me mantuve lo más normal que pude.

Traté de no respirar mientras comenzaba a caminar siguiendo el aroma de Annie.

Fácilmente la encontré.

- Ah Jon - Me saludo con una suave beso.

Ella pareció leer mis pensamientos cuando hablo.

- No te desperté porque parecías tan... lindo dormido - Dijo sonriendo.

Mi rostro ardió un poco y acaricie su cabello sonriendo.

- Bien - Dije tomando su mano con una sonrisa - Lo que realmente me inquieto fue que no te quedarás a mi lado - Murmuré en su oído.

Ella se sonrojo un poco y me miro a los ojos.

- Es que no pude evitar querer tocar y besar tu cuerpo, pero como no te quería despertar me vestí y me marché - Explicó a lo que la mire.

Es tan tierna.

- ¿Y que haces? - Le pregunté interesado.

Ella pareció orgullosa y hablo.

- Como capitana tuve una reunión junto con los demás capitanes para discutir ciertos asuntos, en realidad, recién termino - Dijo hinchando el pecho con arrogancia.

- Eres tan linda... - Murmuré mirándola con cariño.

Ella sonrió aún más y me abrazo.

- ¿Me lo dices enserio Est? - Pregunto con esa duda típica de la gente lista.

- Claro Annie - Murmuré en su oído.

Dudando un poco asintió.

***

Mis besos subieron desde su pie hasta su abdomen, la chica se reía por las cosquillas mientras se tocaba suavemente.

- Jon... - Murmuró mientras besaba y mordía sus pechos.

Sonreí mientras mi mano reemplazaba a la suya y frotaba mis dedos por la entrada de su vagina.

- ¿Me dirás de qué hablaron? - Pregunté finalmente de nuevo.

- Si esta es tu idea de tortura... - Murmuró gimiendo - No sabes nada - Me abrazo y sentí su calor en todo mi cuerpo.

Ella era perfecta.

Me separé de sus brazos y me dispuse a follarmela.

- Annie - Murmuré en su oído - Solo hablábamos mientras te cogía - Ella sonrió y grito fuertemente.

- ¡JON! - Grito mientras su vagina apretaba mi pene.

Ella comenzó a mover sus caderas haciendo que enloqucieramos.

Sin saber que hacia tome su cabello en dos mechones que use para empujar mi pene contra su útero.

Pareció dolerle un poco pero sus mejillas se volvieron aún más rojas de lo usual.

- ¿Así que te gusta esto? - Le susurré al oído a lo que ella desvío la mirada avergonzada.

Mis manos soltaron su pelo y ella pareció desesperada.