A Su Merced

275 31 0
                                    


Sonreí cuando volví a mi casa con alegría.

- ¿Que te alegra tanto? - Pregunto mi hermana mirándome con calma.

- ¿Eh? Nada, no estoy alegre - Mentí rápidamente.

Sus ojos rojos me miraban con seriedad.

- ¿Que hiciste? - Pregunto con seriedad.

- ¿A que te refieres? - Pregunté con curiosidad.

- Me estás mintiendo - Aseguró.

- ¿Que dices? - Pregunté desviando mi mirada.

- Cuando mientes tan obviamente mueves tu pie 2° hacia afuera y tus pupilas se dilatan un 00,35% y sonríes - Su informe fue rápido y seguro.

- ¿Que? - Pregunté totalmente confundido.

- Eso, eres muy obvio al mentir - Se burlo haciendo parecer que realmente fuera obvio.

Sonreí alegre hasta que tomo mis manos entre las suyas. Su sonrisa se borró y dejó una mirada aterradora acompañada de unos ojos tan rojos como los propios.

- ¿Y que cosa te haría mentir a tu hermanita? - Pregunto frialdad.

Sus manos siguieron el camino desde mi pecho hasta mi cuello.

- Vamos… puedes decirme todo… - Su voz era dulce e hipnotizante.

- No puedo… - Murmuré con escalofríos en todo el cuerpo.

- ¿Por qué? - Su pregunta llegó a mi oído y casi no pude evitar decirle la verdad.

- ¿Recuerdas a la chica con la que salí hoy? - Pregunté con temor.

Ella asintió con recelo al verse venir lo que diría.

- Bueno… se me confesó… - Murmuré a la chica que pareció aterrada.

- No me digas que… - Su voz se quebró y no pudo finalizar.

- Si - Dije acariciando su sedoso cabello.

La niña tenía los ojos cristalinos pero su mirada se volvió sería de repente.

Su cabeza reposo en mi pecho y la escuché mascullar una maldición.

Pasaron unos 5 minutos en los que la niña se mantuvo en silencio.

- ¿Estas bien? - Pregunté preocupado.

Alaysa me miro con esos hermosos ojitos suyos, esos ojos por los que mandaría todo a la mierda.

- Ay Jon, eres muy tonto - Se burló aunque no parecía tener la misma energía de siempre - ¿Cuánto puede durar esa noviecita tuya?¿Un o dos años? - Dijo sonriendo - Las parejas nuevas tienen un índice de duración menor a cuatro años, en cambio… yo siempre estaré contigo - Aseguró abrazándome.

- C-Claro - Dije tímidamente.

Quiero muchísimo a Annie pero si lo que dice Alaysa se cumple… tampoco me disgustaría.

Toque el cuello de Alaysa con cierta felicidad.

- Me alegra que no te opongas - Dije sonriendo.

- ¿Yo?¿Oponerme? Soy muy madura como para hacer eso - Presumió con una sonrisa.

Pero por un momento llegue a duslumbrar sus intenciones.

Sentí un fuerte escalofrío en todo mi cuerpo y sentí como sus ojos brillaban suavemente en un rojo peligroso.

- Obviamente que lo eres, ¿Como mi hermana podría ser inmadura? - Alabe sonriendo.

Esa sonrió haciéndome sentir sensible a ella pero no lo mostré de manera obvia.

Resurrección en Percy Jackson Where stories live. Discover now