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Camila...
Al día siguiente los rayos del sol se colaban por las cortinas de la ventana y todo estaba en calma. Cuándo eran las 7 de la mañana sonó la alarma del celular de Camila. Por lo que ella lo tomó y verifico de que se trataba.
Camila: Diablos. - Grito. - Se me olvidó que tengo que llegar temprano a la casa de mi mamá.
La ojiverde se despertó a causa del sonido y le acarició la mano sonriendo.
Lauren: Buen día mi reina. ¿A qué se debe tanta prisa?
Camila: Lo siento mucho amor por despertarte así; pero se me olvido que hoy es el cumpleaños de Sophie y debo ayudar a poner las decoraciones.
Sophie era la hermana menor de Camila. Apenas tenía 8 años y se querían mucho a pesar de tener una considerable diferencia de edad.
Lauren: ¿Quieres que te lleve? Tengo un ensayo, pero luego no tengo nada que hacer, así que podemos empezar a preparar la boda si quieres.
Camila: Me gustaría mi vida. - Se levantó de la cama y se estiró. Para luego empezar a ponerse la ropa - Pero crees que puedas venir a las 4 a la fiesta de Sophie, hace mucho que no te ve.
Lauren: Claro tesoro es a las dos y dura media hora, así que allá estaré. - Se levantó y se vistió para peinarse, luego coger el bolso.
Camila: Está bien osita. - Se terminó de poner las zapatillas y abrazo a su mujer por la espalda. - Te amo mucho lobita. - Le mordió suavemente la oreja.
La ojiverde sonrió y le besó la mano.
Lauren: Y yo a ti hadita. - Bajaron al garaje y le dio un casco para después subirse a la moto una Ducati negra y se abrochó el casco.
Para Camila no era la primera vez que se subía a una moto con Lauren. De hecho, en su primera cita; la ojiverde la había animado a subirse, ya que la morena nunca en su vida se había subido a una. Por lo que le perdió el miedo.
La ojiverde apenas tardó en llegar a la casa de la madre de Camila unos 3 minutos y al aparcar la ayudó a bajar. La casa de Camila era una casa sencilla de dos pisos con un balcón que tenía una vista preciosa hacia el jardín
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Lauren: Se me hace eterno, no estar a tu lado amor. - Le acarició el brazo.
Camila: Pienso lo mismo, nena, pero solo serán unas cuantas horas. - Entrelazo sus dedos para luego darle un beso en la mano. – ¿Quieres pasar a saludar a tu suegra?
Lauren: Desde luego tesoro. - Sonrió le brillaban los ojos intensamente.
Camila: Vale mi amor. - Sonrió con alegría. Ella apreciaba estos momentos tan lindos con su chica.
Caminaron hacia la entrada de la casa para luego ingresar; en donde una emocionada Sophie las abordo.
Sophie: Kaki!!! - La abrazo con alegría.
Camila: Pero si es mi pequeña hermanita. - Le correspondió el abrazo. Hace tiempo que no se veían.
Lauren: ¿Y a mi cuñada no me abrazas? - Le sonrió amable.
La pequeña al escuchar la voz de Lauren sonrió. Por lo que dejo de abrazar a su hermana para abrazar a la ojiverde.
Sophie: Lolo te extrañé muchísimo. - Se había colgado de su cuello.
Lauren la cogió en brazos sonriente para acariciarle la espalda suavemente y miró a Camila para indicarle que las abrazara también.
Camila sonrió ante la escena. Amaba con todo el alma a sus chicas, por lo que se unió al abrazo.
Sinú: Me alegra verlas chicas. - Se asomó al escuchar tal alboroto en la entrada de la casa.
La ojiverde le acarició la espalda sonriente y le besó al ver a su suegra tragó saliva.
Lauren: Buenos días, señora Sinú.
Sinú: Buenos días, cariño, sabes que puedes tutearme. - Se acercó a ella abrazándola, le tenía mucho aprecio y cariño; ya que la ojiverde había sacado de la depresión en la que se encontraba su hija a causa de su exnovia Jazmín.
La ojiverde asintió apenada.
Lauren: Si señora es la costumbre. - Le devolvió el abrazo contenta.
Sinú: Está bien cariño. ¿Ya desayunaron chicas?
Lauren: La verdad es que no tuvimos tiempo.
Sinú: Entiendo, lo bueno es que prepare comida de más. Así que pasen al comedor y no acepto un no por respuesta. - Se dirigió a la cocina.
Camila: Vamos amor y Sophie. Antes de que mamá se enoje. - Dijo bromeando.
Continuará...
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